Dr. Faustus

antoniamagazine-teatro-DRFAUSTUS-2011DrF_10El otro día recibí por mail la convocatoria de prensa para la presentación del Dr. Faustus de Marlowe en los Teatros del Canal y se me quedó, como vulgarmente se dice, “cara de flipado”. Por un momento mi imaginación se apoderó de mi racionalidad y me trasladé a una época en la que los genios científicos eran sacrificados como herejes, en la que la Iglesia como Institución y el clericalismo exacerbado hacían y deshacían a su antojo y confeccionarían los ruines dictámenes del destino de la humanidad en su camino a la modernidad. Y en mitad de ese orgasmo filosófico, donde no me quedaba más que levitar como Santa Teresa de Jesús, la metafísica del ser humano en su estado más puro florece, la lucha de lo terrenal y lo intangible, la guerra entre el alma y el cuerpo, la confrontación del per sé y del per accidens. Lo que para unos resulta ser una obra vacua y anodina a mi me resulta ser toda una erección dramatúrgica; diría incluso un evangelio del siglo XVII que vaticinaba a golpe de teatro un existencialismo que se dogmatizaría doscientos años más tarde. Pero claro, todos preferimos ver los horripilantes musicales de la Gran Vía y las cabezas de cartel.

La compañía Fundación Siglo de Oro (antigua Rakatá), que como su nombre indica están muy interesados en la difusión del teatro de esta época dorada de nuestra historia, ha decidido apostar fuerte por una joya del teatro como es Dr. Faustus, y para ello se han puesto en manos de Simón Breden, un filólogo matriculado en Oxford con una dilatada experiencia y proyección internacional como director de teatro. Con esto y con lo que significa la obra para mí, afilé bien las garras porque una versión mediocre me parecería imperdonable. Y la caja de Pandora se abrió. Faustus se presenta con una escenografía espectacular, con plataformas que permiten a los personajes ascender a los cielos o emerger de los infiernos. Tanta espectacularidad hace en ocasiones que los motivos técnicos ensucien la escena. Si a todo ello lo sumamos la mala iluminación y la ausencia de música empezamos a pensar que está muy descompensado con la magnificencia de la puesta en escena.

antoniamagazine-teatro-DRFAUSTUS-2011_DrF_03La interpretación es en este caso de lo que más me ha fastidiado, pues el nivel es bastante mediocre por no decir bajo. El soniquete del teatro clásico está muy bien, pero a mi me taladra los tímpanos en boca de un Mefistófeles. Demasiados Calistos y Melibeas interpretando escenas costumbristas cuando lo que pide el cuerpo es más personaje de aquelarre e inframundo. Dr. Faustus, interpretado Oscar Sánchez Zafra, bastante correcto dejando un aceptable tufillo a actor de la vieja escuela. Y sorprendido me he quedado con el criado, interpretado por Alejandro Saá, un actor completamente desconocido para mi y que me ha puesto los pelos de punta con una interpretación magistral que ha brillado muy por encima del resto del elenco. Ese chico apunta maneras, ahí queda dicho. Pero bueno, no quiero desmerecer el trabajo y el esfuerzo de este grupo de actores ya que entiendo que en un estreno las cosas no salen como uno quiere. Estoy convencido de que cuando lleven más días todo irá más rodado. Es por eso que odio ir a los estrenos y es por eso que espero verlos de nuevo dentro de unas semanas con menos fallos y más seguridad.

La estrella indiscutible de este montaje ha sido evidentemente la dirección. Da gusto ver trabajos tan bien dirigidos y montados. Sabéis que últimamente machaco mucho el trabajo de dirección porque realmente lo que hay ahí fuera es muy buena interpretación pero mal dirigida. En este caso es al revés. El señor Breden si que ha conseguido trasladarme a la obra de Marlowe, ha resuelto muy bien el conflicto del espacio proyectando cromatismo y romanticismo a cada una de las secuencias. Breden ha rozado la plasticidad creando imágenes muy impactantes, abriendo y cerrando la obra con la espectacularidad que ella misma merece. Maravilloso el trabajo de vestuario así como la coordinación con tantos cambios que nunca es fácil. Sinceramente ha conseguido que me olvide de muchas cosas y que valore lo que realmente he venido a valorar, el teatro. Creo que es una buena apuesta y desde aquí, a pesar de los pesares, la voy a recomendar.

Y no conformes con esto, los Teatros del Canal organizan las jornadas “Resucitando a Christopher Marlowe”, contando con investigadores de renombre (que nosotros no vamos a nombrar, para eso vais al teatro) que bucearán en la vida y obra del que fue considerado el maestro de William Shakespeare. Los días 2 y 9 de marzo incluso habrá encuentro con los actores, ideal para los bloguers cazadores de declaraciones y testimonios. No se puede pedir más.

Zäpp Amezcua

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