Hoy comemos… serranito

Hoy, en nuestro apartado «Recetas de toda la vida», presentamos el bocadillo «matahambres» por excelencia, el anti-Dukan, el anti-dieta: el serranito.

Sencillísimo de elaborar, contundente, excelente para una resaca, tras un titánico esfuerzo o, simplemente, porque te da la gana meterte entre pecho y espalda una orgía de calorías. Porque no hemos calculado cuántas calorías tiene, pero seguro que las mismas que un doble pitraco con queso de esos del burry-king o del masdonals. Sí, ese que te comes un domingo que no tienes ganas de mover el culo del sofá.

Si quieres impresionar a alguien, hazlo a través de su estómago, querida. Deja el magret de pato a la salsa de oporto y naranja para cuando aparezca tu cuñada la pija, y hazle a tu churri un serranito como dios manda. Te abrirá su corazón para siempre. Eso sí, esto no es para un diario, es un festival.

serranito

INGREDIENTES

Por persona:
* 1 huevo
* 1/2 tomate de ensalada, madurito pero no demasiado, cortado en rodajas.
* 1 pimiento verde
* 1 o 2 lonchas de jamón serrano
* 1 o 2 filetes de ternera o cerdo
* pan de bocadillo
* aceite de oliva
* 1 patata grande
* sal

IMG_3232

ELABORACIÓN

– Se lavan todas las verduras y se secan bien.
– Se pela y se corta la patata para freir. Se pone abundante aceite en un perol o sarten y se fríe la patata con un poco de sal, al gusto. Apartamos y escurrimos el exceso de aceite de las patatas.
– Mientras se hacen las patatas, batimos el huevo y hacemos con él una tortilla con una gotita de aceite, en una sartén antiadherente. También salamos la tortilla a nuestro gusto. Apartamos la sartén del fuego cuando esté hecha la tortilla.
– Si somos capaces de estar vigilando varios fuegos a la vez (novatas/os, abstenerse), mientras que se hacen las patatas y la tortilla podemos aprovechar para hacer en otra sartén los filetes, únicamente con un poco de aceite y una pizca de sal. Hay que vigilar para que los filetes no queden ni crudos ni demasiado hechos.
– Cuando hayamos terminado con las patatas, y las hayamos apartado para escurrir el aceite, sin retirar el perol del fuego, ponemos a freir el pimiento verde. Es importante haber secado todo el agua del pimiento cuando lo lavamos. Ya de por sí el pimiento va a salpicar cuando lo metamos en el aceite hirviendo, pero si encima tiene agua en la superficie aquello se puede convertir en un festival de salpicaduras (y quemaduras). Hay que tener a mano una tapadera para utilizarla en el caso de que las salpicaduras se nos salgan de madre, y aquello se convierta en deporte de alto riesgo. El pimiento se va a freir rápidamente, por lo que hay que ir girándolo dentro del aceite con ayuda de una pinza, espátula o simplemente pinchándolo con un tenedor. Cuando esté dorada toda la superficie (dorada, no quemada), lo retiramos y lo escurrimos encima de un papel de cocina.
– Abrimos el pan por en medio para hacer el bocadillo. Colocamos los ingredientes en este orden: filetes, tortilla, lonchas de jamón, pimiento, rodajas de tomate.
– Se acompaña de las patatas fritas como guarnición.

A partir de aquí hay múltiples variaciones sobre la receta. Hay quien abrevia haciendo la tortilla con patatas y colocándola como parte del bocadillo (no apto para boquitas de piñón). También hay quien le pone ali-oli (puaj), mojo picón (bueno…), ketchup, etc etc. Personalmente opino que la receta original es ya de por sí bastante contundente como para agregarle más ingredientes, pero aquí manda el estómago y el gusto del que lo vaya a consumir.

IMG_3233IMG_32355

IMG_3236

DSCF2714