Modern Family

Cuando personas de solvencia más que contrastada me recomendaron “Modern Family”, comencé a verla con la misma ilusión que un adolescente afronta la primera vez que se compra una revista porno y se va al servicio con ella para desollarse el nabo a base de alivios manuales. Porque sí, las fuentes que me recomendaron esta serie eran de toda confianza y de reconocido prestigio.

No os engañaré, la serie está interesantilla pero francamente, yo esperaba algo más. Y es que seguro que hay quien afirma que lo mejor de la serie son los personajes que la protagonizan, que hacen continua gala de histrionismo y supina demencialidad, otros dirán que lo más significativo son los diálogos frescotones y chispeantes; alguno apuntará que lo más meritorio son las impecables y descabelladas tramas que hacen que una situación cotidiana termine como el rosario de la aurora (elevado al cubo). Seguro que el colectivo homosexual afirmará que lo que más aluciflipa son la pareja de gays que parecen sacados de un musical con decorados rositas de Barbra Streisand e incluso habrá quien asevere que lo mejor de todo es esa doble moralidad con la que se despachan los personajes y que hace que, aunque digan una cosa, siempre piensen la contraria.

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Que no os engañen, lo mejor (de largo y con mucha diferencia) de toda la serie, son las tetas de Sofía Vergara (Gloria Pritchett-Delgado en la serie). Cada vez que acaba una escena cuentas cada minuto (con sus respectivos 745 segundos) esperando a que vuelva a aparecer en pantalla y enfoquen esos maravillosos y turgentes globos mientras te olvidas de todos los males del universo y piensas que, si algún día pudieras sobarlos aunque solo fuera 3 segundos, no todo habría sido en vano. No me malinterpretéis, el culo tampoco le va a la zaga, lo mueve con una cadencia hipnótica que hace que se te caiga la baba a cada momento, pero la verdadera baza de este personaje son las mandrungas, de eso no cabe duda.

sofia-modern-familyPor lo demás, el esquema narrativo de la serie no es clásico lineal de siempre, los personajes hacen comentarios hablando a cámara (a modo de terapia psicológica), unas veces en pareja y otras solos, en función del gag que preceda o acabe de aparecer en el momento concreto.

Llegados a este punto quiero recomendaros, mis queridas Antonias, que estéis siempre pendientes de las incursiones frente a cámara que hace en solitario Phil Dunphy (protagonista principal, marido y padre de 3 hijos), porque verdaderamente parecen directamente sacadas de un Testimonio de La Hora Chanante… ¡wonderfuloso!

Resumiendo, que la serie está curiosa, muchos la han situado como uno de los 4 pilares de la comedia actual norteamericana (los otros 3 serían “Como Conocí a Vuestra Madre”, “The Big Bang Theory” y “Community”), y aunque a tenor de sus galardones muchos opinan asi, yo sinceramente creo que aunque “Modern Family” es divertida, está muy por debajo del nivel de las otras tres, pero aun así, recomiendo encarecidamente que la veáis, porque las tetas de Sofía Vergara… ¡bien valen una misa!

Iván Casquete