Series – Breaking Bad y Mad Men

Malos y locos. No son los mejores calificativos para describir a los hombres, pero en este caso son de lo más acertado.

En Breaking Bad un buen hombre se convierte en malo, traficante, de manual, y está hasta justificado.

Los pijos de Mad Men representan todo lo que se puede llegar a odiar de un creativo publicitario, golfo, machista, trepa, infiel, fumador empedernido, borracho, pagado de sí mismo, pedante… cualquiera de estos calificativos describe a uno o más de sus protagonistas. La vida misma de una agencia de publicidad en los 60’s, pero no muy diferente de la de ahora. Solo que los de la serie van mucho mejor vestidos.

breaking-bad-crystalBreaking Bad

¿Que qué cojones hay en Nuevo México? ¡Me cago en la puta! ¿Pero vosotros en que planeta vivís, lectorcillos de agua dulce? En Nuevo México se zarandea el cactus para extraer su fruto que es la mandarina verdal; en Nuevo México se extrae uranio de los yacimientos cercanos a Albuquerque para pintarle la chepa a los buitres de lomo plateado que merodean por los desiertos de la zona; en Nuevo México se disfruta de la gastronomía de la comarca que se caracteriza porque de lo mucho que pican sus condimentaciones te pasas la mitad del año con el ojete en carne viva y la otra mitad embadurnándote el ajo de Hemoal en la consulta del Doctor Nick Riviera y, por supuesto, en Nuevo México se cocina la metanfetamina mas jodidamente pura que probaréis en vuestra miserable vida, queridos amigos.

¿Porque qué es un Estado Americano sin una pipeta de fumar meta en su bandera? Os lo diré yo, es como un jardín de Vallecas sin una jeringuilla que clavarte, como un niñito chiquitín sin un camello que reparta cromos untados de LSD a la puerta del colegio, o como un travestón de las ramblas sin silicona en los morránganos.

bryan-cranston-en-breaking-badBreaking Bad se desarrolla en Nuevo México y si, es la hostia bendita, el copón consagrao y la leche puta, todo juntito y bien avenido. En Breaking Bad veréis como un profesor de química de instituto (ya sabéis, las High Schools por las que da charlas anti-droga Mr. T… ¡me cago en su manto!) al que le detectan un cáncer de pulmón en fase 3 (en la fase 4 es cuando aparecen los marcianos), y que para no dejar a su familia desamparada cuando él ya no esté en este valle de lágrimas, se convierte en el camello mas grande y con la mercancía mas pura que jamás ha visto la DEA (la Agencia Antidroga… ¡malditos federales!) desde su creación.

Vamos, que si esto no es poesía pura… ¡que venga mi puta madre en bicicleta y lo vea!.

Breaking Bad es una de esas series en las que un bueno muy bueno se convierte a pasos agigantados en un malo muy malo, y eso, queridas antonias, le hace a uno volver a tener fe en la Humanidad.

breaking-bad2Con Breaking Bad aprenderéis a cocinar metanfetamina, os enseñaran como se maneja todo el cotarro para trapichear con mierda de la fina, y seguro que, cuando saquen la serie en DVD, con la Edición Especial regalarán una pipeta a medio estrenar.

Disfrutad de ella. Y ahora os dejo, que acaba de sonar el microondas y la mascarilla antigases de mi pobre madre esta en mal estado, me voy cagando leches no vaya a ser que se me fastidie el género o que le de un soponcio a mi bien amada progenitora… ¡que está la vida mu achuchá!
 

mad-menMad Men

Ni un mal par de tetas aunque sean candongas… ni un triste culaco que echarse al garganchón… resulta que los publicistas mas punteros del Nueva York de los años sesenta se cepillaban a todo bicho viviente, pero por lo que se aprecia en Mad Men lo hacían con la ropa puesta, porque la chicha brilla por su ausencia… ¡y por eso les maldigo!

mad-men-1Hasta ahora siempre me había venido arriba en banderillas al hacer la crónica de las series para Antonia Magazine, pero no nos confundamos amigas, yo soy un risueño sátiro, un encantador degenerado, y encontrarme con una serie en la que lo mas que se ve de pamplineo lúbrico es a una pareja en sombras chinescas echando un clavo es como para elevar una queja al Tribunal Supremo y que corran a gorrazos a los responsables de la serie. Y que conste que si no he montado ya la de dios es cristo, es porque en uno de los últimos capítulos de la primera temporada casi se culmina con entereza un trío de uno de los jefazos con un par de gemelas, pero con todo y con eso, no descarto enviar una carta al defensor del pueblo exigiendo una satisfacción en forma del duelo para que se reponga mi maltrecha dignidad.

Mad Men se deja ver, no es nada del otro mundo (empieza muy bien y va decayendo para acabar en un folletín lamentable), pero en líneas generales no esta del todo mal.

Es curioso que el titulo haga ilusión a los hombres, porque los que aparecen en la serie son zafios, mediocres, adúlteros, hipócritas, recalcitrantemente machistas y marcadamente descerebrados; y digo que es curioso porque las verdaderas protagonistas de Mad Men, son las mujeres; desde la telefonista mas insignificante a la secretaria del más alto mandamás son mujeres de rompe y rasga, quitan el hipo, provocan erecciones instantáneas, tienen clase y, a buen seguro, que hacen unos alivios… ¡de padre y muy señor mío!, algo de lo que al parecer han tomado buena nota en todos los puticlus de la zona de Alpedrete, porque según me ha contado un primo tonto que tengo allí, las meretrices programan visionados de la serie para quedarse con la copla de cómo hay que proceder.

mad-men_lMad Men trata el mundo del publicismo en los años 60, y si algo tiene bueno, es que después de cada capitulo te dan ganas de fumarte un paquete de ducados light y de abocicarte al frasco, porque los protagonistas de la serie beben como cosacos y fuman como chimeneas; no me extraña que la publicidad en los años 60 fuera tan descabelladamente disparatada, si los altos ejecutivos se pasaban todo el día borrachos. Vamos, como ahora pero sin turulo.


Ivan Casquete
series@antoniamag.com