La hormona de su zapato

Desde hace años, bastantes más de que la Srta. Carrie Bradshaw y sus sempiternos Manolosentraran en nuestras vidas, las mujeres andamos buscando la pareja perfecta.

sarajessicaBuscar, o digamos mejor encontrar, una pareja es como encontrar  el calzado perfecto. Por algo se habla de “la horma de su zapato” o deberíamos decir  ¿“la hormona de su zapato”? De ahí el cuento de Cenicienta. Pero hoy en día con los tiempos que corren, no tenemos tiempo de esperar al príncipe azul que venga con la colección completa de Jimmy Choo, a ver cuál nos encaja mejor, y salir corriendo al encuentro de una nueva vida junto a él. Así que, una tiene que buscarse la vida en las calles y empezar la carrera o en mi caso, el carrerón.

Yo me he pasado temporadas enteras peregrinando por todas las tiendas de Madrid y demás ciudades ocasionales, buscando las botas perfectas en invierno y las sandalias en verano. Bonitas, de buena calidad, cómodas; que te vayan con todos tus outfits y que realcen todo tu  manido vestuario; que te sirvan lo mismo para irte a un festival, que para ir a currar, que para una salida de juerga nocturna…. A ser posible que no te cuesten un ojo de la cara y con la tendencia justa  para que esta temporada tengas mucho rollo y que la que viene no parezca que vas disfrazada de gata con botas o de pin up poligonera.  

En  el mundo parejil sucede más o menos lo mismo. Yo llevo 32 años buscando, o mejor dicho, haciendo por encontrar,  al hombre perfecto.  Atractivo como un stiletto de Blahnik,  versátil como unas biker boots de Harley Davidson, divertido como unas Hawaianas (conste que odio el adjetivo divertido para ropa, accesorios o looks varios, pero me parece imprescindible en lo que a un hombre se refiere), y preparado para recorrer grandes distancias como unas Nike.

En lugar de eso solemos encontrar  el equivalente, en términos de calzado y pies, a un catalogo de dolencias propias de manual de podología: espolones, juanetes, uñeros, callos y durezas, cantidades ingentes de  durezas. Sí doctor, estoy dispuesta a donar mis pies y ponerlos al servicio de la Ciencia…

 

 

 

 

3, 2, 1…BANG!

zarashoeEstá el amor a primera vista. Objetivamente guapo y chulo como un zapato malo, muy malo de Zara. Divino en apariencia pero previsiblemente doloroso. Te encanta desde el escaparate. Sopesas si comprártelo o no porque temes las consecuencias pero “quien sabe”…, quizás nuestro querido a la par que odiado Amancio Ortega (para los profanos en la materia, el dueño y señor del Universo Inditex) haya puesto en circulación por fin una horma decente….  Y el resultado es un juanete/corazón partío. Incluso volverás a intentar ponértelo porque te sienta taaaaan bien cuándo te lo pones, te sientes taaaaan sensual,…pero sólo durante el tiempo justo que dura la cita en cuestión porque lo cierto es que cuanto más te lo pones más daño te hace.  Y es que claro, te has dejado llevar por la lujuria y el desenfreno y sí, has echado 4 polvos increíbles pero estaba cantado que iban a ser sólo eso: 4 polvos. A otra cosa….

vialisLuego está ese hombre que intenta conquistarte poco a poco aunque tú no lo tengas muy claro. Pongamos esta vez Vialis o Camper. El caso es que no están mal, tienen pinta de cómodos y parecen buenos. Pero no termina de convencerte esa horma raruna… (Esto puede traducirse a su vez en una mala elección de calzado por parte del mozo en cuestión.

camperSí chicos, por si no os había quedado lo suficientemente claro todavía: LE DAMOS MUCHA IMPORTANCIA AL CALZADO, ¡TAMBIÉN AL VUESTRO!),  pero “quien sabe…”, a lo mejor con el tiempo consigues potenciarlo con tu estilo y tus estupendos looks…. Así que te los llevas a casa, y a pesar de que en efecto son bastante confortables, no te terminas de ver con ellos y te da mucha rabia porque,  aunque te trata de maravilla falta pasión, ese vuelco en  el estómago cada vez que suena el teléfono y esas  ganas de llevártelo al baño en todos los bares, restaurantes y garitos varios (por no hablar de coches, parques, ascensores,…) cada vez que quedáis. En lugar de eso te encuentras cada 2 por 3  preguntándote si te gusta o no te gusta (y mirándole de reojillo a los pies, y reprimiendo una profunda arcada…), y creedme y esto es una verdad como un templo: si te tienes que plantear si sí o si no, es que NO. No le des más vueltas….

nikeTercera opción: el ambiguo/ raro.  Zapatilla Nike edición limitada. Buff!!, Difícil decisión… Especiales  y cómodas pero demasiado difíciles de encajar con tu armario. Lo cierto es que no eres tú muy de zapatillas, pero estas son tan bonitas  que “quien sabe…”, igual te reconviertes en una de esas mujeres que visten divinamente y siempre van en zapas….El caso es que te encanta.  Te trata guay y es taaaaan guapo…. pero es tan especial, por no decir raro, que entre otras cosas no sabes si es que le gustas o que trata igual de bien a su prima la de Cuenca… A éste ni te lo llegas a llevar a casa. Todavía estás ahí de “rasca-puerta” como la perrilla que eres… Otra verdad incuestionable: si le gustas te llama, te entra, te folla….Pensad siempre en la opción más SIMPLE. Son tíos.

marc-by-marc-jacobsPor último, aunque no por ello menos importante tenemos al amor imposible. Ese al que te atreves a llamar alegremente “el hombre de tu vida”. ¡Ja! Con éste atractivo y traicionero peep toe con plataforma de Marc Jacobs, parece que sí pero no. A pesar de proporcionarte grandes dosis de libertad y sacar tu lado más sexy y espontaneo, lo cierto es que te está provocando una  desviación de columna irreversible. Pero “quien sabe…” a lo mejor logras domarlo…  Al final lo único que consigues es tropezar  una y otra y otra vez con la misma dichosa piedra a lo largo de  años de  innumerables caídas y recaídas. Nena, si fuera el hombre de tu vida no te dejaría marcas… ¿O sí? Lo cierto es que sólo hay un paso que separa ese amor imposible de uno sadomasoquista. Y cuidado, que engancha y mucho….

(Como veréis el “quien sabe …” vale para todos los casos. Siempre estamos dispuestas a esperar un milagro, pero… ¡tú fíate de la virgen y no corras! )

El caso es que estamos JODIDAS y no contentas precisamente. Como con una china en el zapato y nunca mejor dicho. Pero no nos rendimos…

Afortunadamente el día que menos te lo esperas, una amiga te llama y te propone ir por ejemplo, al outlet de Ekseption y de repente encuentras unos Louboutin caros, aunque infinitamente más baratos de lo que costaban; bastante cómodos, aunque te hacen un pelín de daño, digamos incluso placentero y más que soportable (con lo que han aguantado esos pies…); un poco raros, pero eso es lo que les hace tan atractivos. Y quizás no te duren toda la vida, porque probablemente se deformen y te hagan daño, o con el tiempo te aburras de ellos, pero habrá que intentar partirse los tacones en la pista de baile, no?

Mientras tanto, con la temporada Otoño-Invierno a punto de  empezar y las nuevas colecciones recién estrenadas, yo me divierto aprendiendo a patinar….
La Trece Catorce

ella