Amores, desamores y la Serotonina

antoniamagazine-dina3-sanvalentin-corazon-bombones-grandesSe acerca el mes de Febrero, el Día de los Enamorados, San Valentín… “love is in the air”, y yo lo siento… yo ¿?? Con lo que yo he sido, cómo he llegado hasta aquí ¿??

Todos los mortales del planeta pasamos por esto, y por qué ¿? Pues porque tenemos unas hormonas que no nos dejan vivir tranquilos, y que de vez en cuando y sin motivo aparente aparecen, empiezan a pulular por nuestro organismo. La mítica hormona conocida en el mundo mundial como “la hormona del placer”, y cuando aparece… estás perdido.

Yo era una single estupenda e independiente, con mi apartamento en el centro, mi móvil de última generación echando humo, una vida social completa, cenas, juergas, alguna que otra borrachera, mis quedadas con mis amigas, mis visitas compulsivas a Zara y los números de mi cuenta en rojo pasión. Tenía una vida profiláctica variada y con mis amores y desamores, como toda single que se precie.

Amores y desamores, emocionales o químicos ¿?? Una mezcla de las dos cosas ¿?

Todos tenemos una caja guardada con nuestros amores pasados. Y siempre me ha dado mucha curiosidad saber el motivo por el cual un amor, cuando se acaba, pasa a ser un desamor. No somos capaces de comprender que todo en esta vida tiene un tiempo de caducidad, el amor también.  Y dentro de esa caja todos tenemos un pasado, y algún elemento en el currículum no especialmente brillante y que querríamos olvidar, y que te hace pensar que la vida de single, sin implicaciones emocionales es lo mejor que hay.

Pero un día, cuando menos lo esperas, y no aciertas a saber porque, aparece y…

Te descolocas…

Te desconcentras…

Haces cosas que no quieres hacer

Dices cosas que no quieres hacer

y… vas a lugares donde jamás habías querido ir… y encima Te Gusta ¡!!!

Y, porque ¿?? Pues porque la serotonina, esa hormona que tenías tan controlada, guardadita en una caja mona monísima, ha decidido liberarse, la puñetera, te trastoca de arriba abajo, y de repente tu vida es otra, con un camino y unas sorpresas inesperadas. Toda cambia porque te has enamorado ¡

Y pasas a compartir la vida con otra persona, con rituales y celebraciones nuevas que desconocías que había que celebrar….

El aniversario de cuando empezamos a salir, porque ¿? Si ni me acuerdo del día…

El Santo de su madre… ( y su madre santa no es)

El Año Nuevo en familia, cuando antes tu pariente más cercano ese día era el alka seltzer…

Y, San Valentín… claro. Un 14 de febrero te regalan una caja de bombones, en forma de corazón y con un lazo rojo, esto es una cursilada hombreya, y tú te cagasentoloquesemenea porque estás en plena dieta de recuperación de los excesos de la Navidad, y los bombones no son lo mejor para ese flotador que tienes alrededor de la cintura y que se niega a desaparecer de tu vida. Para estos casos, los diamantes, hombre ¡!

Y lo peor es que tú te sorprendes con una sonrisilla bobalicona mirando a los ojos de tu churri y dándole las gracias con un tierno beso mientras abrazas la caja de bombones en forma de corazón y con un lazo rojo, y un sentimiento ñoño y desconocido se apodera de tu cuerpo y te notas flojear. Y te das cuenta, te ha gustado… pero antes te dejarías matar antes que reconocerlo, y lo compensas con una noche de sexo salvaje y liberador, alabado sea Dior, directamente proporcional a las calorías acumuladas por la ingesta masiva de bombones de la dichosa caja en forma de corazón y con un lazo rojo…

Pero… aunque la ironía me puede, yo soy “asín”, y a veces puedo parecer una borde descastada, yo también tengo mi corazoncito.

Este mes he aprendido que la vida no se trata de sobrevivir a la tormenta, se trata de saber como bailar bajo la lluvia, y que la vida es muy HIJADEPUTA a veces.

Así que yo, lo confieso, voy a celebrar San Pedro, San Juan, San Lucas, Sant Jordi, San Valentín y todas las fiestas que hagan falta, porque afortunadamente tengo a mi gran amor. Hay muchos que jamás llegarán a conocerlo, pobres, otros muchos que lo dejaron pasar, y otros grandes amores que se van demasiado pronto…

¡Va por vosotros P & J, y por los grandes amores, que sobrevivirán siempre!

Mucho amor, Antonias

Din A3