9 #orfidaltime navideños

Para quién no conozca o entienda, mi adorado hashtag #orfidaltime es ese momento en el que te hartarías a orfidales para soportar ciertas situaciones. Y la navidad, como los desfiles de moda en streaming, sería algo así como la hora feliz.

¿Por qué 9? Porque los decálogos ya son un #orfidaltime en sí mismos.

  1. Peluquitas. No se si pasa en otros lugares, pero en Madrid con el encendido de luces y el bullicio consumista del centro, aparece el desfile de pelucas. Resulta esperpéntico. Sigue siendo una gran incógnita para mi esta especie de tradición que no creo que llegue a entender nunca. ¿Por qué señoras y señores? Podrían darnos una tregua entre Halloween y Carnaval… A falta de respuestas coherentes: #orfidaltime al canto.
  2. Decoración. Qué daño ha hecho pinterest. Pasamos del exceso de nuestras abuelas y madres a la hora de poner el árbol y colocar aleatoriamente las guirnaldas y bolas por todo el salón sin mesura. Y esos hombres que lo dan todo montando un Belén… A una decoración minimalista estilo nórdica. ¿Perdona? Para los escandinavos la Navidad es sagrada y de minimalista nada. Decoran con mucho gusto, eso sí, les avala un gen especial para el diseño. Y no decoran con cuatro ramas y unas luces. Cada año apuestan por un color o materiales diferentes, le ponen mucha atención y la viven al máximo. Vamos, igualitos que tú, reina.
  3. El bombardeo y propuestas de estilismos. «10 vestidos para deslumbrar en la cena de empresa», «10 vestidos para lucir impecable en la cena de nochebuena» ( meterte a tus suegros en el bolsillo y dar por el saco a tu cuñada ), «10 vestidos de fiesta»… A ver, da igual lo que te pongas en la cena de empresa porque lo que debería ser un must allí es el bromuro. Si no ligas, o mejor, no te acosan preocúpate porque ahí triunfa hasta el tato. La gente se vuelve loca, los compañeros y los jefes atacan sin piedad y algunas desfasan. Pero ojo, lo que pasa ahí, no se queda ahí.
    Ir a la cena de Nochebuena divina y embutida no tiene sentido. Si vas a estar acordándote del pantalón premamá de Phoebe que sabiamente utilizó Joey, en aquel Acción de Gracias, en Friends e hiperventilar. Ahí se va a comer.
    En cuanto a Nochevieja, ¿siguen existiendo los cotillones? Todos sabemos que suele ser la peor noche para salir del año, la más corta, la más fría, la más cara y no suele compensar el gasto y sufrimiento con la diversión. La cuestión es tajarse, deja tu modelito brillante, abrigo de pelo, tacones imposibles y medias “transparentes” en un segundo plano y date un homenaje lejos de multitudes y barras libres sin bebidas de calidad.
  4. La televisión. Siempre, pero en esta época entrañable más. Es para suicidarte con una mezcla explosiva de peladillas y orfidales como panes.
  5. Las cadenas de mensajes absurdos (ahora en whatsapps). Antes todavía cabía la posibilidad de cortarse por aquello del coste del mensaje, pero con Whatsapp o Line se ha abierto la veda de soportar un sinfín de mensajes navideños nada personales y chistes sin filtro alguno. ¿Con qué nos torturarán este año nuestros queridos amigos y familiares ? Mándame una postal a casa, un blíster o mejor un mensaje en otro momento para saber de ti. Hace un año que no hablamos y me vienes con estas tonterías.
  6. El amigo invisible. Ese juego de regalos en el que alguien siempre sale mal parado y ese alguien sueles ser tú. Aunque he de reconocer que el peor caso vivido lo padeció mi mejor amiga. Nunca olvidaré su cara y lo que nos hemos reído, después del shock inicial, intentando averiguar quién fue y por qué. El juego diabólico se debe llamar así porque es como una especie de protección de testigos: Si lo pillas, lo matas. Si no lo hay debería existir un video, en YouTube, de esos de “reacciones de personas cuando reciben los regalos del amigo invisible”. Un show.
  7. Regalos. Así en el sentido más amplio. Si has sucumbido al terror anterior y te queda Papá Noel y Reyes: Suerte.
    No solo por el gasto y quebradero de cabeza sino por lo que recibirás a cambio. Habría que optar por el modo práctico de hacer felices a los niños y cada uno entregarse sin control a las rebajas.
    Porque señoras y señores:
    Regalar por regalar, mal. Un regalo no es algo para salir del paso o quedar bien. ¿O si? 
    Regalar lo que me has “sugerido”, mal. Ya existen las listas de boda…
  8. Las dichosas listas y el repaso. “Lo mejor del 2013” ya sea en general o en materias específicas: #orfidaltime asegurado. La nostalgia repentina y esos balances del año… Lo peor va a ser aquello que no hiciste y crees que harás en 2014, entrando en un bucle que comienza un 1 de enero o eso que repetirás después de haber jurado que era la última vez. Ya.
  9. El triunvirato que cojea: Los Reyes Magos. Lo mío es oro, lo tuyo incienso y lo de él BB cream. ¿Hasta cuándo vamos a tener que presenciar a un Baltasar con pote y guantes ? Otro hecho insólito y sin lógica, aunque cumpla con una constante tradición navideña: la falsedad.

Tarjeta
Minervísima.
Hunter vs Cool.
ht  #orfidaltime tumblr