Mecenas de todo a 100

editorial

antoniamagcover028A mis 43 años tengo que reconocer que me han puesto todo tipo de calificativos, algunos bastante bestias, pero el otro día me llamaron «mecenas», y este creo que me faltaba en la lista.

mecenas.
(Por alus. a C. C. Mecenas, c69 a. C. al 8 a. C., consejero del emperador romano Augusto y protector de las letras y de los literatos).
1. m. Persona que patrocina las letras o las artes.

«Mecenas», qué bonito… aunque exagerado, porque el calificativo casi siempre va unido a una cuenta corriente saneada, y la mía da bastante penica, como para que alguien hiciera de patrocinador conmigo, más que ejercer yo el cargo. No entiendo que alguien pueda ofenderse porque se comente que puede dedicarse al arte gracias a un mecenas, ¡si eso es una bendición en los tiempos que nos ha tocado sufrir!.

Me halaga que me llamen mecenas, porque pienso que mi único mérito consiste en rodearme de gente que tiene más talento y sabe mucho más que yo, para aprender de ellos. Es importante reconocer que a una le queda muchísimo por aprender, y que ese conocimiento proviene de los demás. Lo contrario es prepotencia y estupidez supina.

Inventarme una plataforma para compartir ese conocimiento, e intentar que la censura y el dinero no influyan sobre lo que se publica, son mi premio y mi castigo a la vez, porque así está claro que no me haré rica, como otros, pero dormiré sin lexatines ni orfidales.

Aunque hay cosas que, bueno, quitarme el sueño no me lo quitan, pero sí me joden bastante, como que «tomen» ideas de mi gente y las presenten como propias, o que «se inspiren» en líneas editoriales y las usen sin ningún reparo. Te piden ayuda, poder publicar bajo seudónimo, porque se la juegan (y en vez de ellos te la juegas tú), y ves como una y otra vez fusilan utilizan tus ideas o las de tu equipo (con ligeras variaciones, que hay que disimular) para firmar en otras publicaciones, esta vez sí, con su verdadero nombre… Racaille!! (*)

(*) chusma, gentuza

Es tan mezquino como utilizar párrafos de tesis doctorales o libros de otros y no citar la fuente en tus post, fingiendo tener unos conocimientos que están a años luz de la realidad. Hay quien se afana por parecer culto como quien se priva de cosas necesarias por comprarse unos zapatos de marca, sólo por aparentar lo que no son. Aunque es mucho más fácil pillar a un intelectualoide que a un «tieso», porque termina siempre rodeado de egoblogueros en alguna promoción hotelera, o promocionando algún aguachirri mezclado con alcohol en su blog.

tieso, sa.
(Del lat. tensus, tendido, estirado).
2. adj. coloq. Que no tiene dinero.

Otro de los calificativos que me suelen colocar es el de «auténtica»

auténtico, ca.
(Del lat. authentĭcus, y este del gr. αὐθεντικός).
2. adj. coloq. Honrado, fiel a sus orígenes y convicciones. Es un tío muy auténtico

Si auténtico significa tener tus propias ideas, pues sí. Creo que es importante saber quién eres, de dónde vienes, tener tu criterio estético (ni más ni menos válido, pero tuyo)…

Los grandes creadores (entre los que, por supuesto, NO ME INCLUYO) siempre han sido personalidades únicas, con formas de pensamiento y expresión particulares, con conceptos que rompían todos los esquemas.

Lo mínimo que se puede decir de Jean Paul Gaultier es que tiene una personalidad «auténtica». A él rendimos un humildísimo homenaje en nuestra portada. Gaultier sí que ha sabido ser fiel a sí mismo, como dice Leticia García Guerrero, porque «No puede pasar de moda lo que no tiene intención de ponerse de moda.»

La instalación de su obra que la Fundación Mapfre de Madrid tiene abierta al público, es la puerta al fantástico mundo de este creador. Ingenioso, divertido, delirante, hilarante por momentos. Es imposible permanecer fría ante un mundo tan desbordante: hay que darse por vencida y rendirse a sus muchos encantos.

En ANTONIA no tenemos ninguna intención de estar de moda, ni de ser coolhunters, pero al final terminamos siéndolo sin proponérnoslo. Quizá tiene que ver con ser auténticos y compartir el conocimiento y la cultura, sin esperar recompensa ni reconocimiento por ello, y , por supuesto, sin colgarnos medallas ajenas. Y que sigan copiándonos inspirándose en nosotros.

Para eso, queridas antonias, sí que soy una mecenas.

Vuestra rendida admiradora,
Mabi Barbas, la Jefa