10 + 1 razones de tarado para visitar Marbella en modo low cost

10 (+ 1) razones de tarado para visitar Marbella
en modo low cost

roadtripUna buena noche, en un bar moderno de Malasaña, a servidoras se nos ofreció la posibilidad de participar en una mesa redonda para hablar sobre el lujo. En Marbella, o sea, esa meca del poderío económico y la lentejuela 24/7 que nos pilla tan lejos de nuestras costumbres minimalistas pero a la vez nos atrae como te atrae el chocolate con quicos, el Sálvame Deluxe o las coreografías de Sonia y Selena. Al final se suspendió nuestro papel como ponentes insólitas en aquel marco incomparable. Quizás porque somos demasiado exóticas (de barrio) o porque no creemos demasiado en la ecuación de estilo «más es más» o más bien por esa cruda realidad de que vale más un blogger conocido que… El caso es que aquello no nos frenó, porque somos imparables con una cerveza en la mano y porque en nuestras respectivas cabezas resonaba un eco que decía: «Marbellaaaaa, Gunillaaaaaaa, Mujeres Ricaaas, Rinoplastiaaaaaa».

Así que, como nos gusta más un road trip que a una egoblogger una vía del tren, allí que nos plantamos, dispuestas a beber, hacer la croqueta por la playa, babear delante de los escaparates y, sobre todo, satisfacer nuestra inquietud antropológica ante las nuevas especies de homínidos que habitan la Costa de Sol. Semanas después de haber vuelto y reflexionado sobre los acontecimientos, les recomendamos Marbella como destino vacacional ¿no va la gente a los safaris de Kenya o a visitar a las tribus polinesias? Pues esto es lo mismo pero mucho más cerca:

 

10 (+ 1) razones de tarado para visitar Marbella
en modo low cost:

1- El bus. Sí, el bus, en buena compañía, añade la Cuore y la Grazia en el equipaje de mano. No quieras ahorrar en horas, ahorra en pasta y gana experiencias impagables. Dónde si no alguien te iba a mandar callar tu animada charla, ibas a flipar con las maneras de la mayor choni que has visto en tu vida o alguien te iba a amenazar antes de entrar al mísero baño porque no ha encontrado cómo tirar de la cadena. Marvellous. Además siete horas de viaje en carretera hacen que las ganas de llegar sean mayores y cojas con más fuerza el destino.

TF2- Está la única tienda que Tom Ford tiene en España: y creemos que, aquí, no hace falta dar más explicaciones.

3- El hotel Doña Matilde (no podrás ir sin coche). Básicamente en Marbella, el L.A. de provincias, no eres nadie sin coche. Y no hablamos de lujo, sino del medio de transporte que te llevará al hotelito con encanto a las afueras o a darte al drinking a pie de playa sin dejar, en todo esto, un riñón como medio de pago.

4- Desayunar en bucle con mollete. Los poderes de una breakfast victim son grandes… Somos capaces de caminar por un pueblo fantasma en busca de un almuerzo y encontrar el mejor sitio para enlazar café con cerveza, consiguiendo que nos canten «no te vayas todavía, no te vayas por favor» . Traca trá.

5- Diversión garantizada y sin esfuerzos. No te hará falta buscar tema de conversación ni opciones para divertirte: apóyate en una fachada y escucha las conversaciones de los lugareños. Oirás frases como: «Tengo un amante. Yo no lo busco. Me busca él» en cualquier lugar o circunstancia. Ante la grandeza de tamaños comentarios, lo mejor es mirar a tu acompañante y dejarte llevar por el momento. Si llevas una grabadora en el bolsillo, puedes reproducir las conversaciones marbellíes en el salón de tu casa y mitigar así la tristeza y el síndrome postvacacional.

Burlesque6- Adiós a la operación bikini, llega el corsé. En los fast food se lleva el burlesque: además de pobres, somos adictas al hidrato de carbono, así que el único modo ¿digno? de comer en Marbella es tirar de Burguer King o McDonald’s. Todas las noches. Pero no se alarme. Si decide comprar la cena en el McAuto, le parará la Guardia Civil a la salida del establecimiento y se apiadará de usted al verla abrazada con desesperación a una montaña de hamburguesas. Si, por el contrario, decide zampar in situ, sepa usted que los lugareños se enfundan corsé y encajes para hincarle el diente al cuarto de libra. Creemos que ésta debería ser una tendencia a importar en el resto de provincias españolas: el corsé te dice cuándo tienes que parar de comer, y la mezcla de encaje con salsa barbacoa acaba siendo una manifestación artística que ríase usted del Expresionismo Alemán o las performance del MOMA. Consejo a dicha franquicia de McDonald’s: cambien el horario de cierre, besis. El malentendido puede dar lugar a un pollo muy Francisco Umbral, no se juega con las ganas de un Big Mac a ciertas horas.

rinoplastia7- Master gratuito en cirugía plástica. Podrá elegir pómulos sin tener que solicitar el catálogo de la clínica de estética: y nariz, y tetas, y glúteos, y lifting,y labios… el abanico de posibilidades que ofrecen las marbellíes es enorme. Las verás, además, pasar por todas las fases del “arreglito”. De las adolescentes con venda nasal, a las que sus amigas halagan como si hubiera ido a la pelu a hacerse las californianas, a las señoras con cicatrices postoperatorio. Si está decidiendo entrar a formar parte de la noble tribu de las recauchutadas, no consulte a cirujanos, váyase a Marbella, donde están las verdaderas expertas. Supongo que harán reuniones tipo Avón o tupper sex.

8- Venta Offline. Podrá comprarse un bolso falso cada 12,3 segundos: túmbese en la playa de Puerto Banús y déjese abordar por los vendedores de Prada, Versace, Vuitton y Loewe. Más falsos que una peseta de madera y más baratos que un botellín de agua en el kiosco de enfrente. Si en otros lugares de playa los vendedores ambulantes te ofertan pulseras, pareos y flotadoras ¿por qué aquí te asaltan con 836 modelos de Prada? Porque, ah amigos, estamos en un lugar en el que la gente prefiere comprar falsificaciones que pasar dignamente por las rebajas de Zara. Dijimos que Marbella era exótico. Las mentalidades marbellíes son un misterio nivel Iker Jiménez.

rusia9- El street style de verdad. De Balmain a Shana sin pasar por H&M, o lo que es lo mismo: nada de básicos. Elija de qué lado estás, si de las aspirantes a esposa soviética que van (o emulan que van) de Balmain, o de las chonis británicas que duermen con medias transparentes y se maquillan con Titanlux. Nosotras le recomendamos la segunda opción por tres motivos demoledores. 1. Los guiris te llevan en un taxi gratuito a sus discotecas 2. Los guiris beben sin pudor y cuando hacen eses no se van a casa para guardar las formas. Siguen bebiendo 3. Los guiris tienen en Puerto Banús un templo del ocio llamado O’Gladys Irish Pub, que es el Toni2 de la Costa del Sol. En lugar de la Zarzamora, te cantas al piano una de Tom Jones o la banda sonora de Pulp Fiction y te la dedican, porque has estado bailando en la cola de espera para entrar al baño. La cuestión es que este panorama te invita a experimentar con nuevos looks en la habitación del hotel, formas inéditas de anudarte un pañuelo a lo jequesa o hacer combinaciones que nunca harías en Madrid. Para llegar a: ¡Qué más da! Estamos en Marbella.

gin10- El anonimato. Puede que no seas nadie, que estés canina y no tengas nada que ver con el entorno. Créannos, allí no importa. A diferencia de lo que puedas pensar de la gente adinerada que regenta Marbella, no juzgan (o eso parece) ni te miran por encima de sus hombros naranjas. Sus vestidos Cavalli se mezclan con los tuyos de Cos sin problemas. Todos somos iguales a la hora de pedir un gintonic en la barra. Hemos visto más aires de grandeza en la moqueta de lfema.

10 + 1- Las verdades como puños: tras contemplar durante varias horas cómo la gente bebe y come al lado de un vestido de Dries Van Noten, cómo observan los Alaïas con el mismo desdén que observan las camisas de DsQuared o cómo cualquier excusa es buena para ponerse todas las marcas encima, llegamos a una conclusión tan cierta como triste: los que aman la moda no pueden consumirla y los que consumen moda ni siquiera saben lo que se están comprando. Así es, amigos, el motivo para comprar una prenda no es su diseño ni su calidad, sino su precio. Cuanto más caro, mejor. Hay un mundo oculto detrás de todos los que criticamos los desfiles y las tendencias: el de los que las compran realmente.

P.D. 1: Hemos creído que hablar del cachopony, tan querido por las Antonias, era una redundancia. Se sobreentiende que en Marbella, en invierno y en verano, de noche o de día, donde hay pelo artificial, hay alegría. Y combinarlo con terciopelo para estrenar temporada estival es de cum laude.
P.D: Los documentos gráficos están sacados con el móvil. Hemos decidido publicarlos porque son testimonios que dan fe de este relato. Ni nos drogamos, ni estábamos tan borrachas como para tergiversar la realidad hasta estos límites esperpénticos. Y somos fan de “las fotos movidas”.

Y por último y no por ello menos importante… Este viaje de piradas nunca se habría llevado a cabo sin la proposición indecente y hospitalidad de una flamenca local, una merchenaria universal. Gracias, Reina. 

   

Por: Minerva Santana y Leticia García

MusaCachoponi

2013-06-02 12.11.53

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