Trinidad Tauzón, es un pibón que conocí en Facebook. Por aquello de ser amiga de una amiga. Empiezas a hablar a menudo. Te cuenta que es fan de Antonia. Te sigue, te defiende cuando aparece algún troll… Vamos, lo que se llama empatía.
Siempre he querido dedicarle una portada, pero al no estar en la misma ciudad, la cosa siempre se complica, y termina posponiéndose.
Sé por sus fotos que tiene una gran colección de corsés y de lencería fina, así que la otra noche le propuse que, como aficionada a usar este tipo de indumentaria, me contestara algunas preguntas sobre el tema de la estética fetish.
Así, a bocajarro ¿no te parece que lo que hemos ganado las tías en comodidad (con tanta lycra y tanta zapatilla con vestidito) lo hemos perdido en estilo? Yo es que te veo en esas fotos tan maravillosas y pienso para mis adentros «es que luego, lo que se ponga encima, le tiene que sentar de cine».
Sí, creo que hemos ganado en comodidad pero perdiendo en feminidad. Puedes ir cómoda y tener estilo, es cierto, pero la sofisticación y el glamour, bajo mi punto de vista, van muy ligados a la incomodidad. Lucir espectacular nunca fue cómodo.
Te diré que no es que cualquier cosa me siente bien para nada, simplemente a la hora de vestirme busco lo que esta hecho para mí, lo que se adapta a mi cuerpo y personalidad.
¿Quién te hace esas prendas? ¿Son muy laboriosas? Y, si no es indiscrección ¿son muy caras?
En concreto estos corsñes los hace Bibian Blue, una diseñadora de Barcelona muy exitosa en Londres. En España, esta maestra de la corsetería fina e innovadora opino que está poco valorada.
Imagino que su confección debe ser bastante laboriosa, pues su precio es alto. El que luzco en las fotos ronda los 300 euros, y no es de los más caros. Puedes encontrarlos con precios muy superiores, pero te aseguro que son auténticas joyas.
¿Cuántos corsés tienes?
¿Cúantos corsés tengo? Unos doce, más o menos. Quizás haya alguno más, ya olvidado, en algún rincón de mi vestidor.
¿Alguna vez te ha pasado lo de Escarlata O’Hara, que te aprieten el corsé más de la cuenta y casi ni puedas respirar? ¿Has tenido que quitártelo alguna vez porque te estaba amargando la noche?
Siempre que me pongo uno pienso en Escarlata O’Hara, incluso tengo la escena del corsé de la película grabada en mi retina. Siempre pido que me lo aprieten más, me gusta cerrarlos totalmente.
Para mí, ponerme un corsé conlleva un sufrimiento que asumo y acepto de buen grado. Para llevar tu figura al límite es necesario ese sufrimiento, y toda eso presión sobre el cuerpo: así es llevar un corsé. Por eso cuando voy a lucirlo, lo hago con todas sus consecuencias. Y no, nunca me amarga. Puede más el sentimiento de divinismo. Un corsé puede hacerte sentir como una autentica diosa.
Sabes que las películas de Private suelen presentar a mujeres súper puestas, pintadas como una pared, con taconazos, y mucha mucha lencería. A muchas chicas a las que les he preguntado les resultan artificiales (básicamente, porque es que ni se tocan para no despeinarse), pero a los tíos les encantan. Desde tu experiencia ¿son los hombres más fetichistas que las mujeres con el tema de la lencería y la estética Private?
Yo creo que actualmente la mujer ha dejado bastante de lado este aspecto de la sobre carga a la hora de emperifollarse, y es algo que aprecian mucho más los hombres que las mujeres.
Afortunadamente hay un sector de mujeres que están recuperando estas estéticas recargadas -que en realidad siempre nos han pertenecido a nosotras-, pues es un arma de seducción muy potente.
Pero ya sabes… en esa búsqueda de la liberación de la mujer y la igualdad, hemos perdido algunas cosas, por aquello de querer ser iguales, cuando en realidad no lo somos en absoluto. En cambio, ellos han abierto más su lado femenino, y se sienten muy atraídos por este tipo de estéticas mega-femeninas.
¿Qué consejos nos das a la hora de comprarnos lencería de este tipo? ¿en qué detalles debemos fijarnos para que no nos den gato por liebre?
Bien, a la hora de comprar lencería, yo aconsejo apostar siempre por la calidad y no por la cantidad.
Debes fijarte siempre en los acabados, las costuras y la composición de los tejidos, no tanto en las tendencias, ya que la lencería y la corsetería son totalmente atemporales.
Si vas un poco perdida apuesta siempre por la sencillez y el negro, siempre será un acierto.
Por último, a la hora de comprarte un corsé rígido como el de las fotos, si no estás habituada a llevarlos el truco está en comprar una talla más grande, así podrás apretarlo al extremo sin sufrir demasiado.
Y, por último ¿podrías recomendarnos alguna marca o creador?
En cuanto a marcas de corsés, yo apuesto por Bibian Blue, sin ninguna duda. Y en lencería fina, La Perla es una de mis marcas favoritas por la delicadeza de sus diseños y tejidos, además de su comodidad, porque la lencería si puede ser cómoda.
Gracias, Trini, por tus buenos consejos.
Ha sido un verdadero placer, antonia. Gracias a vosotras por contar conmigo.