Maromos que están más buenos que el pan
Debe ser por aquello de que las tías andamos siempre a dieta, que podernos comer un buen pedazo de pan, con su jamón, su tomate o incluso sólo con aceite, nos parece lo más de lo más.
Debe ser por aquello de que las tías andamos siempre a dieta, que podernos comer un buen pedazo de pan, con su jamón, su tomate o incluso sólo con aceite, nos parece lo más de lo más.
Curiosas y atrevidas, así son las ANTONIAS. Como el sabio excéptico, todo lo tienen que probar y experimentar, y ya si eso, contarlo.
Lo primero que te quitan de los morros cuando quieres deshacerte de las lorzas es el pan. Crujiente o de molde. Miguitas de biscotes rotos -aunque de esto, a veces algo te dejan- o miga de pan de pueblo.
Que sí, que os vamos a dar la receta de cómo se hace el pan… con una máquina de hacer pan. Para lo otro no tenemos aún suficiente experiencia.
Seguro que habréis visto el famoso anuncio de la panificadora del LIDL. Sí esa, la que se agota enseguida en cuanto sale. Esa, de la que os hablan maravillas por todas partes.
También hay quien cuenta pestes de ella, y la ha puesto a la venta en eBay…
Estos cacharros necesitan fundamentalmente dos cosas: espacio para colocarlas (porque pequeñas, lo que se dice pequeñas, pues no), y armarte de paciencia hasta que encuentras la receta correcta, porque vas a tirar más de un pan y más de dos.