¿Qué hacen un grupo de más de 100 personas a comienzo del mes de octubre en Salou?
Para entender que hacen esas personas en este lugar y en estas fechas hay que remontarse a hace casi diez años. En aquel momento Alex Villarroya, creador de la página web de fans dedicada a Port Aventura llamada Port Aventura Community, decidió que estaría bien hacer una reunión de seguidores, haciendo diversas actividades durante la época de Halloween. Hay que tener en cuenta que en el parque se extiende desde finales de septiembre hasta finales de noviembre, un Halloween extendido.
Dicho y hecho. Se puso en marcha, creo el evento que se celebró en uno de los hoteles del recién inaugurado resort de PortAventura y en su primera edición en 2002 que apuntaron alrededor de 60 personas. Todos los que fuimos regresamos a casa encantados. Se repetiría en años posteriores como si fuera una saga de películas de terror, se incorporaban nuevas personas, algunos no regresaba, otros iban y venían… se fue intercambiando entre los diferentes hoteles del recinto desde el de ambiente mexicano, al del Caribe, pasando por el del oeste. Era una celebración donde nos íbamos reencontrando con una media de unas 100 personas, con amplia lista de espera de los que se habían quedado sin una plaza.
Así llegamos hasta el 2011 donde se ha celebrado a la 9ª edición del evento bajo el nombre de Halloween Voyage Beetlejuice entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre. En este momento es cuando uno se pregunta ¿Y hay gente que se reúne por su afición a un parque temático?, Si, porque ¿Acaso no se reúnen personas varios días juntos con sus ordenadores a bajarse cosas y jugar en línea? ¿Acaso no se reúnen las personas a charlar sobre los juguetes sexuales? O ¿Incluso la gente no se va de festivales de verano a mal dormir en campings para ver conciertos al lado de un Castillo en un lugar muy muy lejano? Veo varias manos levantadas en la sala. Veo que lo entendéis.
Este año el hotel elegido es el que da nombre al parque, Hotel PortAventura, que recrea el ambiente de un pueblo mediterráneo perfectamente, incluyendo su tranquilidad y paz. Aunque quizás esa tranquilidad desaparece cuando vamos lentamente llegando a su recepción: Algunos temprano, después de haber pasado la noche anterior ya por la ciudad con unos amigos, y jugando con un Woody que robaba maletas y que corría por todo el hall persiguiendo a alguno que otro que jugaba a vacilarle. Recogimos nuestro kit de supervivencia que incluye una pulsera identificativa, como si estuviéramos en la cárcel, pero que venía muy bien para reconocer a las personas del grupo. Pulsera y tarjeta-valgo-para-todo que tanto te abría la puerta de tu habitación, como servía para pasar los tornos de entrada al parque. En el caso de éste hotel teníamos entrada directa a la zona de Mediterrania: ¡Directos a la diversión!
Si hay algo en lo que siempre hemos sido afortunados ha sido en el buen tiempo durante los tres días del Halloween Voyage, salvo un año donde parecía que estábamos metidos mismamente en Aún se lo que hicisteis el último verano, pero sin muertes, claro. Este año: Luce el sol, hace calor, la manga corta es lo que se lleva, somos bastante felices así… Lo mejor para desperezarse a primera hora en el parque es subirse a Furius Baco, una montaña rusa donde somos lanzados a toda velocidad pasando de o a 135 km/h a en menos de dos segundos en un extraño invento de un profesor para trasladar vino de un punto a otro de la Masia. En Sesamo Aventura, una especie de versión psicotrópica de la Polynesia con personajes de Barrio Sésamo que han abierto este año, nos encontramos con Magic Fish, una atracción que divierte desde a los más jóvenes hasta los que ya han pasado la treintena: Ese es el momento en el que uno vuelve a ser niño, al menos durante el tiempo que dura la atracción o se pasea por la zona. Por supuesto también tenemos el famoso Dragon Khan, que no ha perdido la emoción de lanzarse en sus loopings y giros aun habiendo pasado dieciséis años desde su apertura; el Hurakan Condor, una lanzadera ambientada en un ritual azteca con esa altura impresionante y esa caída eterna desde el cielo a 100 metros; no nos olvidaremos de la emoción en la competición de la Stampida donde dos trenes se enfrentan en una carrera desenfrenada por una montaña rusa de madura de doble rail; o la intriga y misterio de la aventura dentro del Templo del Fuego, donde, lógicamente, el fuego es el principal protagonista de la historia.
Con la llegada de la noche del primer día se realiza el acto principal de este encuentro de fans de PortAventura. Podemos resumirla la de este año como La Noche de Beetlejuice: todo el mundo se pone guapo, de blanco –que era el dresscode de la noche, aunque alguno se lo saltó a la torera- y salen a esperar el Beetle-bus que nos llevaría al Saloon… el parque está cerrado al público, la noche ha caído sobre la ciudad, y nosotros allí metidos para ver un divertido show musical donde todo puede suceder recreando algunos de los momentos de la película Beetlejuice con el protagonismo de éste y Lydia. Una impresionante actuación a cargo de Beatriz Pérez Gijón y Anthony Senen.
“Bienvenidos a nuestro mundo, Bienvenidos al Halloween Voyage Beetlejuice”, así daban por inaugurado el evento, sin cortar una cinta roja ni nada pero si saliendo inmediatamente un grupo de bailarinas-vampiras-zombies a hacerse un número musical con Bad Romance de Lady Gaga, así como enseguida acabó este número salieron un grupo de actores del parque haciendo un número musical. Para este acto ya estábamos las 105 personas que este año asistían al Halloween Voyage. Tras el final de show, un photocall con los protagonistas y Woody para inmediatamente dar rienda suelta a una barra libre, acompañada de música variada a cargo DJ Nitto. Por supuesto la parte de beber gratis es algo que nos encanta [Y las primeras noches de viaje suelen ser las más divertidas, como ejemplo la noche de la fiesta de presentación del Contempopranea, donde todo puede suceder]. Esto, por supuesto, provoca situaciones surrealistas, que se van sucediendo entre congas interminables, juegos con los elementos luminosos o fotos con poses a lo Elsa Pataky… aunque también provocó algunas lagunas mentales de muchos de los momentos vivido. El regreso al hotel lo hicimos en un bus muy entregado a gente a desfilar por el pasillo, animados por alguno con micro cual Isabel Gemio, para después ocultarnos entre la vegetación del lugar, volver a las habitaciones y que pasen cosas cuasi hasta el amanecer. Pero todo eso ya forma parte de la vida privada de cada uno.
La resaca del día siguiente era considerable. Sin duda una de las cosas más divertidas de estos viajes es cuando bajas al DESAYUNO –Si, en mayúsculas y debería de ir en negrita también-: todo tipo de embutido, salchichas, chistorra, huevos fritos, churros, etc ¡He muerto y he llegado al cielo que me recibe con esta comida para empezar el día! Las caras del resto de viajeros acompañantes, las charlas sobre el día anterior… Son de esas que unen, cual Gran Hermano. Creo que al final esos son los pequeños placeres de estos viajes, descubrir nueva gente, afianzar amistades pasadas y crear núcleos de unión que al menos sabes que una vez por año se van a repetir.
PortAventura por estas fechas que celebran Halloween hace una transformación notable del parque: nuevos espectáculos, 3 pasajes del terror, animación de calle y decoración que sólo se ve en esta época. La niña del exorcista pasea plácidamente en su cama por el Far West, mientras unos mineros atrapados en La Mina del Diablo nos persiguen con sus palas en la mano –o aún peor en un intrigante invernadero donde no sabes quién se oculta tras la vegetación-. También podemos ver la recreación de las costumbres en México ante la muerte de una persona que se vuelve una celebración en el espectáculo de La Muerte Viva. Frankestein pasea a su antojo junto a un esqueleto gigante y en Horror in Penitence nos encontramos con un cowboy que hace años se perdió en las afueras del pueblo… y se ha vuelto un poco rarito con unos nuevos amigos que no nos van a caer muy bien.
Mientras todos nos vamos subiendo a las atracciones, viendo espectáculos, haciéndonos fotos con los personajes… hasta que llega la hora de prepararse para la Zombie Walk. Seguro que lo habéis visto en alguna que otra ciudad, un grupo de gente disfrazada se dedica a recorrer las calles y a provocar un poco el caos controlado. Aquí también se realiza. Éste es el segundo año dentro del Halloween Voyage, pero hay que reconocer que la gente se trabaja mucho los disfraces. Desde la salida del hotel se preparan para ir todos unidos, en manada, como si el apocalipsis estuviera llegando lentamente. Entre las vestimentas encontramos: El payaso de Balada Triste de Trompeta, un impresionante Hellraiser –incluyendo una caja de la que salía humo-, gente con la cara [literalmente] abierta, personajes de Pesadilla antes de Navidad, una folclórica zombie, un trio de difuntos musicales (John Lennon, Freddy Mercury y Amy Winehouse), clásicos como Freddy… e incluso algunas divas travestis que nunca regresaron de una noche de fiesta y quedaron tiradas en alguna cuneta, aunque ellas aún no lo saben. Todas las fotos que acompañan este reportaje son de esa tarde, porque merece la pena ver como se implican en la creación de estas obras. Sorprendente era ver a la gente por el hotel con maletas que eran únicamente para llevar el disfraz y todo lo necesario para la creación del mismo. El maquillaje estaba a la orden del día.
Una vez posados para una foto de grupo en el Far West se dedicaron a “atacar” al resto de visitantes, hacerse fotos con todos aquellos que quisieran y pasar un buen rato porque, ¿A quién no le encanta eso de asustar al personal? ¿A quién no le gusta que le den un buen susto? Una vez pasado el fervor de este movimiento zombie toca un clásico del viaje: la cola de dos horas de La Selva del Miedo. Un pasaje del terror al aire libre por la Polynesia cuando ya ha caído la noche. Esta zona se cierra y se transforma en una verdadera noche de pesadilla. Es un buen momento para jugar, ponerse al día e impacientarse ante los momentos de pánico que se vivirán en su interior: gritos, berridos, carreras, mucho humo en plan Lluvia de Estrellas que no te deja ver ni al que tienes delante, seres del inframundo… Ays. Que malos ratos que nos llevamos, pero que agusto sale uno de allí para reencontrarse con la luz. Las noches de Halloween acaban en PortAventura con una cabalgata al más puro estilo Disneyland, Halloween Parade, y con el espectáculo de luces, fuegos artificiales, carrozas acuáticas, fuentes y especialistas de La Noche de Halloween.
La noche alberga para los ingenuos participantes del viaje algo que a muchos nos encantan ¡Una gymkana! Con la temática de Beetlejuice pegaba algo cerdo, guarro, marrano… Dicho y hecho: Bichos, comida con un aspecto poco agradable, un baño poco limpio donde no se sabe dónde está el límite entre la ficción y la realidad. Había la posibilidad de ir en dos grupos diferentes “los que miran” o “los que juegan”. Como me llevo muy mal con los bichos decidí que sería mejor mirar el sufrimiento de los demás ¡Que es una manera placentera de participar! Aunque los que debieron disfrutar mucho fue los que se enfrentaron a las asquerosidades que estaban preparadas.
El último día nos proponían un divertido juego que era ir montando en todas las montañas rusas acompañados de un concurso a lo Trivial sobre las mismas organizado por algunos de los implicados en el viaje. Hubo más actividades grupales como el poder entrar todos juntos en el mismo pasaje del terror con un plus de sustos extras por ejemplo.
Siendo el último día era el comienzo de las despedidas a diferentes horas. Esto era debido a que aunque una buena parte de la gente del Halloween Voyage eran de Catalunya, otros veníamos de lugares más lejanos: Zaragoza, Bilbao, Madrid, Valencia, A Coruña, etc. Es un evento que une a gente de todos los lugares de España, e incluso en alguna ocasión de más allá de nuestras fronteras.
La hora de partir siempre es triste aunque sabes que, a más tardar, en un año estarás de nuevo por aquí si decides repetir, algo que pasa con bastante frecuencia. En el 2012 en el parque podremos probar la nueva atracción espectacular que están ya construyendo. Todo apunta a una montaña rusa de última generación que será situada tras el mítico Dragon Khan. Además veremos la celebración del décimo aniversario de este evento bajo el nombre de Halloween Voyage X. Promete grandes sorpresas y sobre todo puro terror para enfrentarnos a nuestros miedos de una manera definitiva.
Tres días llenos de intensidad, miedo, nuevos amigos, viejos conocidos, diversión, fiesta. Igual que en un festival de verano, pero cambiad los conciertos por atracciones y espectáculos llenos de emociones.
Unidos por el terror, por los parques temáticos y por la fiesta en general.
Texto: Fernando Bajón | Fotografias: Eduard Mairal