Conocí el trabajo de Balbina Arias directamente, porque un amigo común nos puso en contacto y me mandó un dossier fotográfico. No soy una experta en moda, pero sí tengo mucha experiencia en el mundo editorial, y esas fotos me parecía que no hacían justicia a su trabajo. Así se lo dije, arriesgándome a que mis comentarios le ofendieran, pero no me gusta mentir, más aún cuando ese amigo común alabó su tenacidad y su capacidad de trabajo.
En vez de enfadarse (como hubiera acontecido con alguien con la cabeza peor amueblada que ella), quiso conocerme en persona, y que esos comentarios que le hice en un primer correo, pudieran tener un desarrollo, ya que me ofrecí a explicarle lo que consideraba errores y aciertos en aquellas fotos.
Así lo hicimos. Una tarde, en Madrid, en un café, charlamos al menos durante una hora, sin parar. Ahí pude comprobar lo que mi amigo aseguraba: Balbina tiene las ideas muy claras sobre lo que quiere para sí misma y su marca. En este mundo no sólo hay que tener talento, hay que tener ganas de trabajar y la sufiente ambición como para no conformarse con menos de lo que uno puede conseguir.
Tenacidad y ganas de trabajar. Ambición para arriesgarlo todo por un sueño. Esa es Balbina Arias, una fuerza de la naturaleza. Admiro a la gente trabajadora, admiro a la gente que no se arredra. Así que comprenderéis que Balbina me metió en su bolsillo desde esa misma tarde.
Su ENORME éxito en la pasada edición de la pasarela South 2013 me llena de alegría y orgullo doblemente. Sé que va a triunfar. Y si conociérais a Balbina Arias, sabríais que no hay más opción que esa.
Por: Mabi Barbas
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THE CUT
La colección toma el nombre de su inspiración en el acto de Cortar y según la propia diseñadora, nace tras un profundo análisis personal, como una refexión sobre lo que supone cortar en la vida y la experiencia que se vive cuando cortas personalmente, utilizando para ello lo más básico en la expresión de una colección: cortar tela y cortar patrones.
Por ello la colección gira en torno a patrones limpios, asimetrías y juegos de color que se mezclan con texturas y cortes escondidos en las prendas, colección que se acompaña de unas prendas realizadas artesanalmente en lazo de raso tejido a modo de punto, que aportan un toque muy sugerente. La paleta de colores pasa del blanco al negro, con un toque de luz y vitalidad aportados por amarillo y un intenso fucsia buganvilla, porque quiere expresar la luz que surge tras cortar, y enfrentada al negro, expresando lo doloroso que es a veces ese proceso, para tratar de recoger las dos existencias que cohabitan en el acto de cortar.