El pasado viernes tres de junio, tras, para algunos, una dura semana laboral, unos cuantos amigos nos embarcamos en un coche y nos dispusimos a recorrer los trescientos y pico kilómetros que separan Córdoba de Quarteira, en el Algarve portugués.
La motivación que nos empujaba, además del sol, la playa y la rica gastronomía de nuestros vecinos era la edición 2011 del Quarteira Rock Fest, que, si nadie lo remedia, probablemente será la última; la crisis ha golpeado sin piedad a Portugal, y las instituciones parece que no están dispuestas a dar dinero para que patilludos con botines de tacón cubano, embutidos en estrechos pantalones, y otras gentes de mal vivir se diviertan.
Fotos: MJ Garrido
El sábado, tras un estupendo día de playa y cervezas, nos acercamos al recinto donde se celebraba el festival: cómodo, familiar y junto al mar. Los precios, de risa, lo hacían aún más acogedor si cabe.
Muy pronto comenzaron los locales SUPRAHEAT SURRENDERS, a quienes, engominados a lo Clash, quizá les vino un poco grande el escenario. Eso y los problemas que les causó una guitarra hicieron que dejasen al escaso personal, que a esa temprana hora asistía al concierto, un poco frío.
Rapidez en el cambio de grupo y, ¡zas!, ya estaban LOS EXPLOSIVOS, de México presentando su nuevo álbum, “Garage Mexicano Moito Fundido”, editado por el sello lisboeta GROOVIE RECORDS. Con las ganas e ilusión que les dan sus escasos veinte años, hábilmente, se metieron al público en el bolsillo, a pesar del, para mí, deficiente sonido.
Qué decir de THE INCREDIBLE STAGGERS (Austria), probablemente el mejor grupo europeo de garage, incluyendo las islas británicas, de los últimos años. Una banda más que solvente que ha girado por todo el mundo y que no le va a la zaga a su portentoso “frontman”: Wild Evil, un tipo que es todo un espectáculo aunque no esté subido a un escenario. Repasaron sus álbumes y ese rosario de singles editados por sellos de todo el orbe que, ya, son pasto de coleccionistas. Nos dejaron con ganas de más y con la promesa, si los dioses nos acompañan, de visitarnos personalmente en nuestra próxima UNGA UNGA PARTY a final de año.
La guinda al pastel la pusieron THE FLESHTONES, formados en Brooklyn, Nueva York, hace más de treinta años. Con una pinta que ya quisiera yo para cuando tenga su edad, estos entrañables abuelos tenían al público entregado a la primera canción. Nos hicieron saltar, bailar, cantar y perder la vergüenza como a unos niños de parvulario. Desafortunadamente un estricto horario de cierre nos dejó a todos, público y banda, con cara de tontos; pero mereció la pena.
La fiesta continuó casi inmediatamente en un bar cercano, donde los amigos de GROOVIE RECORDS nos estuvieron deleitando casi hasta el amanecer con sus viejos singles; el que no bailó fue porque no quiso. Ojalá, no seamos agoreros, no sea la última edición de este entrañable festival.
Mané Barquero