Conocí a Bob, el mismo día que murió mi gata Mari. Llámalo casualidad, coincidencia, no importa. Llevaría aquí como unos 5 meses y en ese día tan triste, este ginger cat me sacó una sonrisa. Lo que no sabía yo es que no iba a ser ni la primera ni la última vez que vería a este gatito y a su dueño.
El porqué me causo tanta gracia es muy simple, una no está acostumbrada a ver a un tío cantando en el metro con un gato. La primera vez fue en Covent Garden, las siguientes, Angel Station, andando por la calle e incluso hasta en el bus.
Su dueño James, siempre con la guitarra y últimamente vendiendo The Big Issue Magazine, revista que venden las personas sin hogar y sin recursos, y Bob el gato, cada vez que lo veía estaba con algo nuevo, una bufandita, un chaquetón con su gorro puesto, regalitos que consigue por ser un lindo gatito. Siempre en los hombros de James cuando van andando por la calle…Muchas han sido las veces que me he puesto a hablar de ello en un grupo de amigos y tras tres años, llega el gran día y es cuando veo en la tele a James y a Bob, imagínate mi cara. Resulta que ha escrito un libro contando su historia, A street cat named Bob, por James Bowen.
James ha tenido una vida difícil, divorcio de sus padres, cambio de país… y cuando regresa a Londres, forma parte de una banda y es ahí cuando empieza con el consumo de drogas y cae enganchado a la heroína.
Una noche, al regresar a casa en la primavera de 2007 encontró a este gatito malherido de una pata, lo ayudó, lo llevó al veterinario a que lo curaran de la desnutricion que sufría y de su pata. Buscó a un dueño que nunca aparecio y cuando Bob volvió a coger fuerzas, James intentó devolverlo a la calle, pero la intención de Bob no era moverse de allí, lo seguía a todas partes, así que terminó por adoptarlo. Pero resulta que a Bob no le gustaba hacer sus cosas en casa y había que sacarlo a la calle como si fuera un perro y tras ello, tampoco quería volver a casa sin su duño, así que se iba con James a los metros a tocar, el siempre sentadito en la funda de la guitarra y agradeciendo cada libra que alguien echaba, ambos ganaban £60 diarias, una barbaridad!!!.
Tengo que decir que todas las veces que los he visto, el gato estaba la mar de lozano y lustroso, siempre sonriendo al mundo. Este es un video donde los podeis ver a los dos.
La popularidad fue creciendo y a su vez los problemas por tocar la guitarra y pedir en la puerta del metro porque aquí esta todo muy regulado y cada uno tiene una zona adjudicada y demás así que, por no meterse en mas líos, empezó a vender The Big Issue. Es aquí cuando empieza a tomar las riendas de su vida, ve claro que tiene algo por lo que luchar, agradecerle a Bob toda su ayuda y todos los años que llevan juntos. Decide cortar en seco con su adicción y volver a reencontrarse con su familia.
Un agente que pasa por delante de ellos todos los días ve la repercusión han creado en la vida londinense, además de en las redes sociales,así que le sugiere que escriba un libro contando su historia. La historia de dos seres que necesitaban ayuda y que se la dieron el uno al otro.
Carolina Maschetzko