Los desfiles de Moisés Nieto y Alvarno son los shows más esperados de la Semana de la Moda de Madrid. Razones bien distintas hacen que haya colas en las calles donde se celebran ambos eventos aunque ambos tienen cosas en común.
Cada vez que en una crónica se nombra a alguno de los tres sale a relucir su curriculum. Se repite hasta la náusea que Nieto ha trabajado con Alvarado y en Bimba y Lola, y la cantinela con los Alvarno versa sobre Karly, Fendi, McQueen… Aquí, en España, haber tocado con un palo a Lagerfeld, tener una foto sentado en el regazo de Carolina Herrera o poseer un rizo jerezano de John Galliano suma puntos antes tus clientas y ante la prensa. Parece que el trabajo duro, el esfuerzo, la emigración y la tenacidad no son suficientes si no vienen avalados por alguna luminaria extranjera.
ALVARNO
En el Número 122 de la Calle Serrano se agolpaban un montón de medios acreditados, periodistas e invitados para ver la propuesta de Álvaro Castejón y Arnaud Maillard para la primavera verano del 2013. El jardín de un museo es un lugar ideal para ver ropa en movimiento en estupendas perchas. Conocidos, famosos, gente de la moda, Julia Martínez de la revista Telva, la directora de Vogue España, Carmen March… Parece ser que Alvarno se ha convertido en la última esperanza de la moda española, una moda adormecida y con alergia a la moqueta de Ifema. Tu predisposición para ver el desfile es diferente, cambian las caras, las modelos, el entorno, la iluminación, la temperatura, el bebercio y la educación de quien te invita.
Tú sabes que en aquel maravilloso lugar vivieron Lázaro Galdiano y su mujer, y que el lugar albergó miles de piezas de arte clásico. Hoy Lázaro sería de Qatar, tendría una jequesa o un hijo tróspido con quien pelear por la herencia, y un mal gusto legendario.
Su propuesta para el verano que viene tiene un punto de fantasía que hasta el momento su ropa no había tenido. Hay cosas imponibles sobre prendas supercomerciales, hay ropa para el día y unos vestidos de noche que cualquier mujer quisiera tener en su armario. Las prendas de metacrilato transparente o los chalecos de rafia con apliques probablemente no se vayan a producir en serie, pero seguro que aparecen en algún editorial y cumplen con creces el papel creativo que se espera en un desfile.
Hay mucha cintura marcada, hay complementos en forma de cinturón o brazalete creados por Laura Ponte, una propuesta con el empaque suficiente para que en el ambiente del jardín se note a la gente de otra manera. Me comentaba un famoso estilista que «por fin han hecho cosas que le sienta bien a las mujeres». Porque no debemos de olvidar que ni yo, ni tú vamos a comprar esa ropa, lo más probable es que sean adquiridas por alguien que aprecie, no sólo la firma en sí misma y el hecho de que el formato del desfile sea diferente, sino el corte, el tejido, los apliques, y sobre todo que siente bien y que te hagan sentir guapa.
Alvarno no se parece a nada que se vea en las pasarelas internacionales ni siquiera sigue ninguna tendencia marcada por ningún gigante de ningún holding planetario. Tengo que decir, si no no sería yo, que lo que nos han mostrado tampoco va a cambiar el curso de la historia y que el que escribe sigue esperando que dos máquinas de pintar coches salgan del backstage y pinten a brochazos a Carmen Lomana, le tuneen la silla de ruedas y la envíen a recibir unas clases de conducir en la Autoescuela de los Famosos en Cuenca. Soy así de simple.
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MOISÉS NIETO
En las puertas del Edificio de Telefónica de Gran Vía se apiñaban amigos, familiares, colaboradores y todos los que no hemos subido al CARRO de la joven promesa, que ya no lo es, del diseño patrio. Moisés Nieto es el nuevo Davidelfin, o el nuevo Carlos Diez, o el nuevo Juan Duyos. Todos queremos ver qué ha hecho en estos seis meses Moisés después de deslumbrar a los que madrugamos para ver, un domingo de febrero a las diez de la mañana, su desfile compartido con el que ganó el Premio L’Oreal a la mejor colección del Ego. El premio debería haber sido a la mejor colección de toda la semana de la Moqueta.
Las caras han cambiado mucho de Febrero a Septiembre.
Las chicas de Telva, Alicia Chapa y Gabriela Bilbao cuchicheaban en la primera fila, a su lado Belén Antolín de Vogue atusaba su frondosa melena mirando al infinito, y Fernando Rius señalaba el asiento vacío en primera fila donde un folio guardaba el lugar reservado a Miranda Makaroff (estilista, creadora, blogger, musa, cantante, actriz, cocinera, fontanera, electricista, humorista, deshollinadora, súper amiga de sus enemigas) que no hizo acto de presencia, imagino que estaría deshollinando la chimenea de casa de su madre, cambiando los enchufes de casa de Pelayo o haciéndole un estilismo a Carmen Lomana. Mientras, un desconocido blogger, se quejaba de no tener sitio: «yo me voy, que a mí no me pagan por estar aquí». El infeliz no sabe la suerte que tiene de que le dejen entrar hasta en Zara. La expectación era máxima sólo con ver el nombre de los invitados en las sillas. Todo el mundo nos subimos al CARRO Nieto, es el chico de moda y nadie quiere perderse su desfile de coronación. Personalmente desconocía de su existencia hasta que vi en el blog de la única culjanter del país, mi esposa virtual Raquel Gratis Total, una gabardina de yute a la que no le faltaba detalle, hace ya, tres años.
Moisés Nieto no tiene tiempo para tapar la cara de las modelos con capuchas, ni para ser gótico hoy y mañana neorrealista, lo que saca a la pasarela es bonito, está muy bien confeccionado, hay piezas muy complicadas realizadas con esmero, estampados super veraniegos, tejidos suaves y frescos, blusas muy combinables y vestidos de encaje y gasa a los que las fotos de pasarela no le hacen justicia. Otra cosa son las prendas hechas con piezas del patrocinador. Pandora, la firma de joyería y bisutería, patrocinaba el evento y era obligación sacar un par de prendas a la pasarela que justificaran el gasto. Éstas para mi fueron las propuestas más olvidables, aunque sé de buena tinta que tardaron mucho tiempo en coserlas pero el resultado fue bastante feo. Llamaron más mi atención las piezas de alfarería en forma de colgante.
Otro que hace esfuerzos titánicos y que se dedica con ahínco y mucho tesón es un colaborador de Nieto. Abraham Menéndez, ni desfila, ni lleva gafas de pasta ni siquiera es extravagante en su estilo de vestir, pero puede que sea uno de los mejores ilustradores del país. En Febrero fueron los rosarios de su madre los que vimos estampados en los vestidos que ese día llevaba la actriz María Adánez, y ahora en septiembre en las mangas de un par de blusas pudimos ver bordados sus dibujos de colibrís revoloteando alrededor de unas flores acechados por un elegante gato.
Sé que es difícil, muy complicado, sacar una colección adelante, se requiere talento, un considerable esfuerzo económico y un gran sacrificio en cuanto a tiempo. Yo les agradezco el esfuerzo a todos ellos por no aburrir y sobre todo les agradezco el esfuerzo de sacar dos colecciones dignas, que no están salpicadas de compromisos políticos ni de mamoneos de sucios burócratas. Y eso queridos, en los tiempos que corren es un valor en alza. Mucha suerte a todos ellos y a sus equipos.
Lucio Chiné