Necesitamos de un gran poder de contención para no colocar en esta sección todas las barbaridades que vemos día tras día. Se nos acumula el trabajo. Este mes nos tocan las fieles seguidoras de la fusión, el mix, o para entendernos, el «todojunto».
Cada año los fashionistas intentan convencernos de que mezclar es bueno, de que las flores con los cuadros son lo más. De que es posible llevar botas y sandalias a la vez.
Nuestra policía de la moda ha pillado in fraganti a una incauta que se ha atrevido a seguir sus consejos. En este caso, un Policía de la Moda no sería suficiente para describirla, porque es que, mari, no hay por dónde cogerte ¿eh?: el flequillo de medio centímetro rollo bakala-jarrai-alternativo con las sientes rapaditas, la chupa de ciberfestuki a juego con el bolso de niñata, esa falda (¿o es falda pantalón?) ni corta ni larga y tiesa como las taramas… pero lo mejor, lo mejor son las sandalias-bota con flecos de india cherokee. Son ese tipo de calzado cabrón veraniego, que da calor de día y te congelas como refresque la noche. Por no hablar que la mierda en los dedos te las vas a llevar igual si te las pones, como es el caso, para un festival veraniego.
Te hemos puesto la banda en los ojos para que, si te reconoces, rectifiques tu actitud, porque tendrás madre, y debe estar sufriendo mucho contigo.