¿Nunca habéis os habéis preguntado por qué tras ver tres tiendas de retail, a la cuarta parece que toda la ropa se repite?
Pues la razón es simple, y es que en estos tiempos que corren, no se diseña, se re versiona absolutamente todo. ¡Y esta es re-versión en el mejor de los casos! Porque el 90% de las prendas que se compran “bonito y barato” son copias de las que han estado en las estanterías de otra tienda (algo o mucho más cara), pero que tienen otro color, otro tejido (algo o mucho más barato) y sobre todo, otro precio.
En la escuela de diseño te enseñan a hacer una búsqueda de inspiración, la elaboración de un catálogo de tejidos y texturas, un estudio del patronaje y de las líneas, y a rodearte de todo un universo para crear una colección.
Pero es esta palabra, COLECCIÓN, la que genera todo el problema.
Y es que una colección es el conjunto de ropa que usaría el cliente en 6 meses, y con una renovación de las tiendas semanal (luego está Zara que lo hace 3 veces por semana) este concepto se pierde por completo.
Para seguir este ritmo, el clon es, una vez más, una solución barata y eficaz. Sobre todo porque los chinos copian a las mil maravillas, y es mucho más fácil decirles “haz esto con este otro cambio” que explicarles una complicada ficha técnica.
¡Y qué leches! Como cloner fashion llega un momento en el que asumes que tardas menos copiando lo que te dice tu jefe que copies, que planteando todo un desarrollo de ideas que son, casi siempre, “poco comerciales”. Vamos, que te conviertes en una putita de la moda.
Tengo amigos cercanos que han trabajado para Zara (y esto no es ninguna historieta de tengo un amigo que tuvo una venérea…) que conocen los entresijos y me han contado historias para no dormir.
Por ejemplo, que tras una denuncia de una conocida marca de pret-a-porter de lujo contra Zara “Basic”, estos han contraatacado diciendo que en “Woman” habían lanzado esa misma prenda, pero con menos cambios, limitando a los primeros el presupuesto para pagar denuncias.
¿Y quién no se acuerda de las sandalias que Balmain sacó en su colección estrella de hace unas temporadas que se vendían a cuatro cifras? Pues Zara las copio tan fielmente, que tras haberlas retirado de las tiendas, previa denuncia de la casa parisina, las que finalmente habían llegado al consumidor se vendían en E-Bay por diez veces más de lo que costaron en Zara (literalmente), pero a menos de la mitad de lo que costaban las originales. ¡VAYA CHOLLO!
Y ahora viene la reflexión. ¿Es Zara bueno para la moda, porque ha educado a toda una generación de españolitos de pantalón de pana y camisa de cuadros, o por el contrario ha aniquilado cualquier posibilidad de que España y los españoles (que al final son los que compran el producto, haciéndolo viable o no) tenga cultura de moda real?
No sabría decirlo, pero debo confesar, que yo, con mi educación, mis viajes de shopping alrededor del globo, mi ojo crítico frente a costuras mal rematadas y mi conciencia del triste panorama del diseño de moda patrio, también compro en Zara.
Lady Ganga, cloner fashion en activo
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Al cierre de esta edición de ANTONIA MAGAZINE.COM, ha saltado la noticia del impresionante descaro de Zara al utilizar no ya un diseño o una ilustración ajenos, sino la imagen de una conocidísima bloguera francesa para ilustrar una de sus camisetas.
Si tenemos en cuenta que perseguir las copias de ZARA se ha convertido en deporte blogger, y que esta chica en cuestión es fan de Zara, y compra en sus tiendas, lo de sus «creativos» está empezando a ser ya no descaro, sino de una gilipollez supina.