Entrevistamos a Noelia Maroto, la creadora de DCollab , un espacio de coworking en Malasaña, el lugar donde realizamos la sesión de fotos de portada de este número de Antonia, dedicado a la protagonista de nuestra novela por entregas «Soy Lo Peor».
Háblanos un poco de tí, Noelia, cuéntanos tu bagaje profesional.
Soy diseñadora con pasado en diseño gráfico, pero pronto pasé de las dos dimensiones a la tercera, y me fui a Londres en el 2005, a estudiar interiorismo durante tres años en Chelsea Collage ,y trabajar para DEGW, en una gran firma de arquitectura corporativa.
Desde que volví a Madrid mi ciudad natal hace ya casi 4 años (¡dios, como pasa el tiempo!), me dediqué a ampliar mis estudios sobre diseño y organización de eventos en el IED, y me dediqué al diseño más especializado en espacios expositivos, museos, exposiciones, instalaciones, arquitectura efímera…
Después de trabajar para terceros y aprender muchísimo me lancé a empezar mi empresa de diseño y producción de espacios desde casa. Pero tanto los colaboradores con los que solía trabajar como yo nos hartamos de tanta casa, y decidimos que necesitábamos un espacio.
Alquilé un antiguo gimnasio en Malasaña de 150m2, que reformé y diseñé con especial cariño e ilusión. Un espacio donde no sólo cupieran nuestras proyectos, sino los de más gente, y, por qué no, un espacio inspirador donde empezar hacer las cosas desde una perspectiva, lúdica, formativa y profesional a al vez. DCollab es mi mejor proyecto.
¿Qué es exactamente DCollab , una oficina, un espacio para presentaciones? El concepto coworking es muy nuevo y puede que nuestras lectoras no lo tengan muy claro…
Efectivamente, el concepto coworking (cotrabajo) todavía es novedoso para muchas personas desde que comenzó en el año 2006 en San Francisco, pero hoy podemos decir que en España afortunadamente son cada vez más los espacios e iniciativas que se suman a esta actitud colaborativa. Coworking es futuro, no te quepa duda.
Uno de los servicios de DCollab es el alquiler de puestos de trabajo, fijos o flexibles, incluyendo los servicios que se pueden necesitar para desarrollar y optimizar los proyectos: internet, espacio para reuniones, material para presentaciones etc.… Pero la intención es que surjan cuantas más iniciativas diferentes mejor, mucho más
enriquecedor para fomentar el impulso a los proyectos de cada uno.
¿En qué se diferencia DCollab de una oficina «normal»?
Supongo que se ha aclarado un poco en las líneas anteriores, pero principalmente DCollab se diferencia en la colaboración, el intercambio de ideas y conocimiento versus una oficina “normal” y “tradicional”, que está anclada en modelos de trabajo obsoletos, con inútiles jerarquías y una decoración nada inspiradora, por la parte que me toca 😉
¿Cómo se te ocurrió abrir un espacio de este tipo, lo habías conocido en otra ciudad o en otro país?
Ciertamente, en Londres me enamoré de The Hospital Club, un espacio dedicado a la industria creativa en un edificio precioso en Covent Garden, donde pasa de todo. Es mi mayor referente, no es tanto un espacio coworking, pero si un objetivo a seguir para mi.
¿DCollab eres tú sola o tienes socios?
Lo he montado yo sola, aunque la palabra «sola» cada vez me gusta menos, pero me ha apoyado mucha gente durante estos últimos meses. En febrero hará un año desde que inauguró DCollab.
Cada vez son más los proyectos que se suman desde dcollab y que todavía coordino yo: los eventos, la formación, una revista sobre cultura visual basada en proyectos colaborativos que estamos empezando, y mis trabajos diseñando espacios. Así que no sé desde qué ángulo, pero el equipo tiene que crecer, sois más que bienvenidos.
He visto que también alquiláis el espacio para «cenas clandestinas» ¿No te parece un poco arriesgado, teniendo en cuenta lo dado que es el madrileño a liarse más de la cuenta?
Ja ja, sí la verdad que sí, pero es un sitio perfecto para liarse más de la cuenta, está en el punto de ebullición del Madrid más creativo, y es una manera diferente de celebrar tus fiestas, reuniones, cumpleaños con quien te apetezca, a tu gusto y de una manera muy intima. Contamos con varios chef y servicios de catering que ajusten más a la experiencia culinaria propuesta, cursos para hacer cócteles o degustaciones de vino o ginebras.
Esta es una de las actividades que más ganas tengo de impulsar de cara a este año que comienza. ¡Se me ocurre cena de equipo Antonia Mag in da hause!
(INDIRECTA INDIRECTA INDIRECTA… tomo nota)
¿Tenéis algún requisito para «aceptar» a vuestros coll-aboradores?
Hay un mínimo que es el natural respeto por los demás, y luego las ganas que transmita la persona de participar y aportar conocimiento. Es verdad que somos un espacio creativo pero no todo lo creativo está relacionado con el diseño, por lo que cualquiera con buenas ideas y energías es bienvenido a DCollab, incluido su perro.
¿Qué otras actividades organizáis desde Dcollab?
En DCollab organizamos una excusa mensual abierta al público para hacer networking, impulsar nuestros proyectos y tomarnos unos vinos con buena música llamada AfterCOwork, no contentos con los anglicismos existentes, añadimos más.
Aparte hemos organizado en el espacio, junto con la Reina Humilde, un fantástico Market “Lo mejor de cada casa”, donde la gente sacó los tesoros de sus casas para darles una segunda vida a precios muy bajos. La próxima edición será de cara a primavera.
¿Tenéis una agenda de «eventos futuros» o sois más de ver «cómo fluyen» los proyectos?
Tenemos agenda de eventos futuros muy interesantes pero mientras que llegan vamos viendo como fluyen los que entran. La verdad que es una sinergia sin fin tener un espacio de estas característica donde poder crear cosas. Quien tiene un coworking tiene un tesoro.
Fotos: DCollab / Texto: Mabi Barbas
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