El panorama teatral reanuda en este mes de septiembre tras el parón del verano. Aunque bueno, eso del parón es lo que dicen los señores de esos periódicos de prensa nacional que quizás no se den cuenta de que en el mes de agosto ha habido una actividad bastante productiva y de calidad. Y aunque Antonia se ha tomado un respiro durante el mes de Agosto, aquí hemos seguido trabajando algunos porque el verano nos ha traído muchas cosas buenas que queríamos contaros. La más curiosa de todas: el Macabaret del Teatro Alfil. Espero que no seáis simples y relacionéis lo macabro con esa fiesta celta que es Halloween y se celebra ya entrado el otoño porque ya tenemos una edad y un criterio. El teatro de la calle pez me ha dejado de piedra al presentar un cabaret traído desde el mismísimo inframundo. ¿Cómo te quedas?. Muerta.
Si os soy sincero fui un poco receloso. Si se trata de un cabaret está claro que la disposición inteligente del espacio es vital para que en los cambios no se produzcan catástrofes. Teniendo en cuenta de que son 18 sketches y con la presión de que es un Musical recién traído de Broadway podemos decir que era todo un reto. Seis muertos condenados a vagar por el limbo representando su show, con su Wilkommen particular de apertura, su piano y su desparpajo. Hartito como estoy de los anodinos musicales de la Gran Vía interpretados por actores que juegan a ser cantantes (y que en la mayor de las ocasiones se dedican a balar como churras y merinas) me he podido regocijar en una calidad vocal por encima de la media. Pensar en quien desafina y quien no es absurdo, son muertos vivientes y pueden tomarse vocalmente ciertas licencias…pero no es el caso. Los cinco registros vocales, muy acertadamente seleccionados para esta representación, saben combinarse para goce y disfrute de los que allí estábamos presentes. La acidez del texto se hace patente desde el principio, faltaría más, conjugándola con una complicidad entre los personajes que deja al descubierto una enorme seguridad y un trabajo bien preparado y bien dirigido
El resultado final es terminar muertos de risa y con la sensación de haber podido disfrutar un espectáculo entretenido, divertido y con pretensiones. La clave de humor se basa en la propia actualidad que vivimos, aunque en ocasiones con concesiones no demasiado acertadas. Pero claro, si preferimos ver las mamarrachadas musicales que se representan en otros teatros, la puerta de la calle siempre estará abierta. Yo por mi parte me quedo con la propuesta de mi teatro fetiche que, para más inri, se puede disfrutar durante todo este mes de septiembre a un precio para todos los bolsillos.
Si no lo decía, reventaba
Zäpp Amezcua