La última vez que vimos juntos en Madrid a Hidrogenesse y a Chico y Chica fue en el desaparecido elástico, no había crisis en España, éramos jóvenes y salíamos de fiesta con 2€ (uno para el ropero y otro para una coca cola de los chinos).
Han pasado cinco largos años y aunque la discografía de los ChyCha apenas ha tenido un breve incremento, las ganas de verlos de nuevo en el escenario se han multiplicado y nadie ha querido perderse esta rara oportunidad de escucharlos en directo.
Mientras hacíamos una larga cola para entrar a la sala, una amiga sabiamente dijo aquello de «esto es el Madrid-Barça del Indie» y no podía tener más razón. Aquí no hablábamos de un grupo y sus teloneros, era un mano a mano, dos grupos con sus nombres en mayúsculas.
A Hidrogenesse los tenemos muy vistos pero no por ello dejan de sorprendernos con cada actuación. Aún predominan las canciones de su último disco homenaje a Alan Turing : El Beso, Love Letters, el nuevo clásico Captcha Cha-Cha y Enigma en la que incluyeron el mítico estribillo de Los Punsetes «quiero morir en una discoteca llena de maricas».
No podían faltar a la cita sus animalitos, los caballitos ponis y ese himno generacional que jamás nos cansaremos de bailar: disfraz de tigre.
Antonia, al final hubo algo casi más triste que lo tuyo y es que no sé si por la mala acústica del lugar o por las ganas de ver a los ChyCha el público estuvo algo soso, nada que ver con el último concierto que dieron en la misma sala al lado de Javiera Mena.
En cuanto Chico y Chica subieron al escenario para presentar su último disco Los Estudiosos tenían al público en el bolsillo. Sorprendieron, desconcertaron y conquistaron a los curiosos y los fans estaban entregados desde los primeros acordes de Quiéreme Doctor, así que se podían permitir dar rienda suelta a sus interludios, coreografías y desparpajo.
Y es que querida Antonia no hay nadie en el panorama musical español como José Luis y Alicia, con su singular humor lograron sobresalir y trascender a todo el movimiento del electropop petardo de principios de los 00. No les faltaron los imitadores, en aquellos tiempos cualquier moderna se inventaba un grupo pero solo ellos crearon un estilo y un vocabulario que no ha dejado de estar de actualidad.
Entre canción y canción contaron con la participación de una entrevistadora (alter ego de Alicia) que a la vez que parodiaba preguntas y tópicos de los comunicadores se erguía como la voz de los seguidores: «experimentar está muy bien, ¿pero vais a tocar una normal, no?» y así presentaban Tú lo que tienes que hacer, Bomba latina, No me preguntes más la hora, Fin del mundo y No comprendes que te amo.
Su nuevo disco Los estudiosos sonó al completo, estrenaron una canción nueva «Al circo» que nos recordó mucho a la bomba latina y hasta se atrevieron a declamar poesía italofrancesa y a convidarle a «la entrevistadora» de una ensalada descompuesta que llevaban en un tupper.
Las impresiones al finalizar el concierto eran casi las mismas, faltaron muchas canciones «de las normales» pero aún así fue toda una experiencia, una experiencia que ha tardado 5 años en volver a repetirse.
Al terminar los conciertos la fiesta siguió con la sesión de Lourdes Madow, residente en el club fever de Bilbao, que puso a bailar hasta a las muertas. Y es que la escena Madrileña no necesita más clubs de postureo y snobismo, lo que hacen falta son sesiones para divertirse con las amigas y acabar por los suelos. Lourdes lo mismo te ponía a las Baccara que a Rosa de España, el do the hustle, Loreen, Saint Etienne, La Casa Azul, Ke$ha… así sí amigas, así sí!