De una lectura minuciosa del antiguo testamento, se descubre que cuando Dios entrego a Moisés las Tablas de la Ley, no fueron 12, sino 13, y que en la tabla decimotercera que, según parece, se ha extraviado en la noche de los tiempos, no había mandamientos, reglas, ni normas, sino un catálogo de las series mas molongonas que aparecerían en el futuro.
En esa tabla número 13 a la que hago referencia y en un puesto mas que destacado, se encontraba Community. Algunos evangelios apócrifos señalan que hubo una decimocuarta tabla en la que venían cincelados los números de teléfono de las estrellas de Hollywood con las tetas mas gordas que accedían sin mucha insistencia a hacer alivios manuales como hobby para momentos de esparcimiento, pero esto es mera especulación, no hay nada confirmado.
Y si Dios todopoderoso, ya dejó por escrito hace milenios que Community, y cito textualmente: “Molaba un cojón”… ¿quiénes somos nosotros, pobres mortales, para llevarle la contraria?
Hay quien ha querido atacar esta serie diciendo que es un tanto friki, pero señores… ¿es que acaso eso no es una virtud en los tiempos que corren?; otros han señalado como infame que no se vea ni una teta en toda la primera temporada, y digo yo… ¿es que no es mucho mas erótico insinuar que mostrar? (esto último no me lo creo ni yo).
Community trata sobre un grupo de estudiantes de una Universidad Comunitaria (yo tampoco se lo que es… ¡ni puta falta que me hace!), que forman un grupo de estudio a partir del cual los disparatados y desternillantes guiones se desarrollaran sin medida.
Lo mas destacable de Community son las tramas que, partiendo de un hecho convencional (un examen de lengua española, por ejemplo), acaban en un completo disparate, todo ello aderezado con constantes referencias cinematográficas, musicales o de series de televisión y con unos diálogos chispeantes, surrealistas y desternillantes, que harían replantearse a Arévalo su profesión de humorista (yo ya les he mandado a el y a Bertín el DVD con la primera temporada, para ver si se dan cuenta de su mediocridad y se retiran al monasterio de Silos a pelar boniatos).
En los 25 capítulos de la primera temporada no faltan las Tensiones Sexuales No Resueltas (sobre todo de las macizas del grupo para con el guaperas protagonista), los idilios universitarios (hay hasta un jipi adonisiaco y descamisado que se ventila a un par de protas), la ciencia ficción (protagonistas que van por delante de lo que va a ocurrir en el capitulo, lo filman y lo suben a Youtube) y una mascota de la universidad asexuada y sin rostro que hará las delicias del personal.
Mi recomendación, ya no de crítico de series, sino de amigo, es la de que yo en vuestro lugar me iría cagando hostias a verla porque como ya os he dicho, Dios es muy fan de Community, y no os lo toméis a mal, pero no es el Dios fraternal y amoroso de ahora, sino el Dios implacable y vengativo del Antiguo Testamento, así que mejor sería que no os pusierais a mal con el, ya que en cuestión de series es un Dios de adhesiones inquebrantables, lo mismo si no la veis os manda una plaga en forma de ladillas carroñeras y os jode para vino. Avisados quedáis.