Estamos con ganas de calorcito, cañitas y terraceo, eso es evidente, pero con este clima caprichoso que tenemos, lo mismo estás con la chanclas que te pones las katiuskas otra vez, ¡qué locura!
Así que, en unos días de sol insistente y altas temperaturas, me fui directa a probar el restaurante Shoko, famoso y cool donde los haya y que yo todavía no había probado, oyes.
El Shoko Restaurant & Lounge no es solo un restaurante. Es un Club-ChillOut-Restaurante, donde lo mismo puedes probar una variada fusión de comida asiática y mediterránea, como escuchar a los mejores DJ de la ciudad y parte del extranjero, asistir a un evento cool o disfrutar de las fiestas más mediáticas y sofisticadas de Barcelona, si te dejan pasar, claro, y hay que reconocer que la decoración es muy acertada y la situación inigualable. Situado en primera línea de mar, goza de unas vistas espectaculares y de un ambiente que invita a la fiesta continuamente. Vamos… un lugar de esos para ver y ser visto.
Fui un miércoles al mediodía, y la terraza estaba a rebosar y llena de gente guapa. De esa gente que parece que se ha puesto lo primero que ha encontrado en el armario para salir un momento, pero que le queda ni que pintado y está estupendaquetemueres. Amén de los camareros, que además de ser todos poliglotas, deben venir directos de una agencia de modelos. Que digo yo que servir bien, lo que se dice bien, no, pero amables, simpáticos, con idiomas y guapos a rabiar, eso sí que lo tienen. ¡Antonias, las cosas como son!
Y después de ver todo este ambiente, así tan fashion, pensé yo que la comida no iba a estar a la altura de mi paladar exigente, pero me sorprendió, gratamente.
Tienen un menú asequible (14,50 € + IVA), que para estar al lado del hotel Arts y en primera línea de playa, está muy bien, porque la ubicación se paga tanto o más que el caviar, queridas mías, al menos en Barcelona, pero, claro, aquí pagamos por respirar… aunque de eso ya hablaremos otro día, que me disperso y me desparramo. El menú consta de un primero, segundo y postre, con unos platos originales, una cocina atrevida y de fusión que consiguen sabores y texturas muy interesantes.
Nosotros probamos de primero un Rollito Crujiente de Cangrejo y Gambas con salsa agridulce de mango y Crema de Calabacín y Coco. Ambos platos estaban muy buenos, cantidades justas y suficientes y con el añadido de unos sabores de contraste que los hacían muy apetecibles y adecuados.
De segundo pedí Dorada en Bamboo al vapor con cítricos y verduras, y la verdad, estaba bueno aunque después de la salsa agridulce de mango, este plato me resultó más “soso”, y mi acompañante pidió Magret de Pato con chutney de ciruelas y puré de boniato y acertó. El magret muy bueno, justo en su punto, y el sabor del chutney espectacular.
Para postre un estrudel de manzana para cada uno, y los cafés.
Realmente comimos muy bien, y en un ambiente muy agradable, al lado del mar.
Lo que no me gustó tanto es que las mesas están muy pegadas, allí aprovechan el espacio con una eficacia total. Que por un lado te sirve para alternar, ligar o simplemente escuchar las conversaciones ajenas, pero por otra parte, no dejas de estar comiendo con alguien al lado que ni te va ni te viene… El servicio, como ya he dicho, regular y ni manteles, ni servilletas de tela ni nada. Pero bueno, es menú y estás en la playa: fashion para unas cosas, chiringuito para otras.
Así que ya lo sabéis, si venís por la ciudad Condal y os apetece un ambiente cosmopolita, sol a raudales, buenas vistas y ambiente fashion, visitad el Shoko. No es inolvidable pero si muy entretenido y resultón.
VALORACIÓN
(1 a 5, siendo 5 la valoración máxima)
Paseo maritimo de la Barceloneta, 36
Reservas Restaurante 93 225 92 00
Reservas Privee 677 495 618
shoko@shoko.biz
DINA 3, al calorcito.