Ayer me quedé haciendo zapping hasta las tantas, mi adicción favorita después de la papiroflexia con catálogos de VENCA. Aunque normalmente mis niveles de tedio y sopor no me permiten aguantar un canal más de dos minutos ayer fue una excepción.
Y es que en un concurso de talentos norteamericano me habían sustituido a la Merche del Tú sí que vales por Lil Mama, una rapera estadounidense que según sus tabloides es lo más. Y efectivamente es lo más… lo más cuadro, o mejor dicho lo más cuadra porque su estilista debió de superar varias veces la peste equina, la porcina o una piorrea cerebral. Está claro que si eres rapera, tienes veintipocos y estas buenorra tienes que basar tu apariencia en chándal, joyones, pelucones y tetones, todo así en ese orden. Si no, no eres nadie. Y esta chica, que ahora es referente en ese nicho del mercado de la moda, está condenada a desaparecer, está claro.
Pocas son las raperas que, siendo musas de diseñadores de moda o de directores de cine, no caen en el olvido a pesar de sus continuos y desesperados intentos por permanecer en el candelero. Ni que decir tiene que Lil Mama y su archienemiga, la horripilante Nicki Minaj que tanto está de moda ahora, están condenadas a desaparecer prematuramente. Desde aquí lo vaticino. Los MTV Movie Awards y los EMA han sido sus paredones de fusilamiento. Muy jóvenes para someterse al garrote vil de esa manera y convertirse en estrellas fugaces.
Y no solo raperas, sino también cantantes de otros estilos, modelos, actrices, rameras encubiertas, pin ups, vividoras… Mujeres que tuvieron su momento muy Antonia y que por unos motivos u otros cayeron en el olvido o desaparecieron sin pena ni gloria dejándonos un legado pasajero grabado en el recuerdo.
Unas fueron Ángeles caídos y otras fueron Estrellas fugaces. Y aunque la lista es inmensa y no tenemos tiempo para una clase de historia, que por otra parte aquí y ahora no ha lugar, recordaremos algunas de ellas que, con el paso del tiempo, pasarán de musas de su época a referentes actuales… incluso de ese par de moscorrofios.
Como a mí me encantan los tópicos, sobre todo si son bien hidratantes, quiero empezar con el ángel caído por excelencia, Marilyn Monroe. Yo creo que esta chica cuando hizo su primer casting no era consciente de lo que se le echaba encima. No sé ustedes pero para mí una chica que empieza colaborando en pelis de los Hermanos Marx y acaba tirándose al presidente y pasando a la historia como un icono del cine y de la moda…me pone. Le puso los pelos como escarpias a Andy Warhol, que le gustaban más las drogas que a un pollino un picatoste y que hizo de ella estandarte de la modernidad. Sabiendo que sus dos tetas tiraban más que veinte docenas de carretas se llevó a Kennedy al catre, y con él unos cuantos secretos de Estado. Pero lo que me encanta es que revolucionó la casa Chanel no por su forma de vestir… sino por su desnudez, por dormir en pelotas perfumada con el nº 5. A día de hoy sigue siendo referente de muchas otras musas como Madonna, Gwen Stefani, Naomi Watts o Lady Gaga. Si, definitivamente, Marilyn te queremos.
Aunque no estuvo sola. Los 50, además de su Ángel Caído tuvieron a su Estrella Fugaz. Ésta, bien pudo ser Bettie Page, la picantona jovencita de Tennessee que hizo del fetichismo un estilo de vida. Revolucionó el mundo de la moda con sus estilismos imposibles y su particular destape. Ella, que también era muy Antonia, solucionaba sus altercados con el cine a golpe de sesión de bondage. Pero su fama le duró hasta apenas finales de esa misma década en la que desapareció y cayó en el olvido. Mientras medio mundo pensó durante 40 años que la Page estaba muerta, alrededor de ella se generó toda una corriente de inspiración y culto que la elevaron a los primeros puestos entre las musas del siglo XX. Vamos, como dice mi amiga África, no hace falta más que salir a la calle y mirar flequillos. La chica pin-up por excelencia nos dejó el pasado 2008.
Un año antes, en 2007 nos abandonaba también otra gran Estrella Fugaz, Yvonne de Carlo. La que hizo de Sephora (que sólo con ese nombre ya pienso en cremas y me vuelvo loca) en los Diez Mandamientos es digna de mencionarse como Estrella Fugaz en la década de los sesenta a pesar de haber tenido una carrera de éxitos hasta una edad bien avanzada y dos estrellas en el paseo de la fama ni más ni menos. De Carlo, que es una de mis debilidades, fue la vampiresa madre de la Familia Munster que consiguió convertirse en musa de la postmodernidad con solo un par de años de personaje. La que en su día fuera corista, decidió asumir el papel de Lily para pagar las facturas del médico de su marido, que por lo visto se cayó en un rodaje. Lily Munster pasó a ser referente de toda una generación y musa no solo de siniestros, góticos y renacentistas, sino de toda una generación. Pero su personaje quedó en el recuerdo, se hizo leyenda y ella, la muy redicha, siguió su camino.
En los 70 y los 80 pasaron muchas cosas pero a mí, que soy verde como un photo-col, me interesa el destape. Franco se va al otro barrio y en la televisión empezamos a verlo todo más púbico, con más tetas y más lascivia. Las películas subidas de tono y las portadas de Interviú empiezan a ser más famosas que los sudokus y con ellas nuevas caras y nuevos iconos. Pero yo me quedo con la gran Nadiuska, el claro ejemplo del Ángel Caído del destape. Esta chica, guapa como ella sola y de origen polaco, llegó a España con el sueño de triunfar. Hizo más de 100 películas, dos portadas de interviú y se la rifaron unos cuantos diseñadores para hacer de ella su carta de presentación. Pero hubo mucho oscurantismo a su alrededor. Algunos dicen que se casó con un disminuido para conseguir la nacionalidad, por otras partes se rumoreaba que tenía un affaire con el rey, otros decían que era una borracha y no regía. El caso es que la joven promesa se volvió loca del todo y acabó en la más absoluta indigencia. Nadiuska, que incluso la pretendió el mismísimo Schwarzenegger en el rodaje de Conan (hizo de la madre de Jorge Sanz, esa rubia explosiva a la que cortan la cabeza al principio) pasó a la historia como el Ángel Caído del destape.
Y en la actualidad esto es el despiporre. Como ahora prácticamente todo vale es muy complicado saber si aquellas que nos inspiran perdurarán en el tiempo o no. Tenemos a Kate Moss, ejemplo de como un Ángel puede caerse y levantarse cada dos por tres sin miedo a partirse el coxis o el tabique nasal en el próximo intento. Whitney Houston o Britney Spears son otras dos personajas que siendo divas, musas de grandes creadores y artistazas han jugado al Ángel Caído demasiadas veces… pero ahí están.
Y no me quiero despedir sin recordar a estas últimas grandes Estrellas Fugaces como Amy Winehouse cuya leyenda ya habla por sí sola, Anne Nicole Smith y la lucha de poder o Lady Gaga a la que le quedan dos telediarios y una carta de ajuste.
Y tened siempre en cuenta que esto no es una ciencia exacta, pues una puede querer ser la reina del trend topic y no pasar de un One Hit Wonder.
Esto se lo aprendieron muy bien Victoria Beckham, las Olsen o Natalie Portman… vamos todas las que pasan hambre. ¿Ocurrirá lo mismo con Selena Gómez o Miley Cyrus? Hagan sus apuestas.
Zapp Amezcua