Vamos a repasar brevemente la vida y obra de algunas tremendas antonias a las que admiramos, más que por su talento, por cómo son o han sido.
La Lupe «Yo soy la mala»
Nacida el 23 de diciembre de 1939, en el barrio San Pedrito de la provincia de Santiago de Cuba, inició su carrera como integrante del trío Los Tropicubas y se destacó como intérprete de ritmos afrocubanos, rancheras, rock americano y boleros.
A finales de los años 60, La Lupe fue coronada por la prensa latina de Estados Unidos como la cantante más destacada. A su vez, Morris Levy, presidente de Tico Records, la nombró «La reina de la salsa» y Tito Puente la proclamó «The Queen of the Soul».
La Lupe revolucionó el ambiente musical caribeño de la época. Su forma de cantar con tono hiriente, con expresiones constantes de irreverencia, llena de trucos y hasta algo descuidada la acercó a la expresión del barrio, en un momento en que los sectores pobres imponían cierto aire agresivo, atrevido y ufano.
La cantante había encontrado el secreto en el acompañamiento de sus gritos y gemidos, llevándola a transformar el tono de su actuación. Pero no sólo en la esfera melódica, puesto que también poseía una magia particular que hacía que sus fieles fanáticos cambiaran sus penas y desgracias en celebraciones al desamor.
En cada aparición, su público se deleitaba con un momento único, enalteciéndose con el disfrute del drama de su actitud violenta y sus expresiones de teatralidad que la hacían desnudar sus desgracias y entrar en arrebatos de furia lanzando sus zapatos y ropas al aire, torciendo su alma al dolor, para ir recobrando su suspiro en el desahogo.
El escritor cubano Pedro Cabrera Infante la describió como «un temblor demente, una incursión trepidante, un verdadero ataque». Decía también el literato que en sus salidas al público «parecía poseída por el demonio del ritmo y su miedo escénico se convertía en una forma de terror».
Su vida de teatro acabó en desgracias»Le gusto a la gente porque hago lo que ellos quisieran hacer, pero no se atreven».
La Lupe gustaba de coleccionar automóviles de último modelo, abrigos, anillos de brillantes, pestañas postizas y pelucas.
Su mala vida la llevó a perder parte de su fortuna y su lujosa mansión de Nueva Jersey valorada en $185,000 y que había pertenecido al actor Rodolfo Valentino.
Tras arrastrar el dolor de la marginación a la que con tanta furia le cantó, La Lupe abandonó la música para dedicarse a la religión, no sin antes haber vivido una etapa de desgracias. Quien fuera una de las estrellas más veneradas de la canción caribeña de los años 60, acumulando lujos y fortuna, terminó hundida en la pobreza y la miseria.
En una ocasión se accidentó en su hogar como consecuencia de una caída, lesionándose la columna vertebral. Ese hecho la postró en una silla de ruedas, por lo que tuvo que vivir de la benevolencia de los pocos amigos que le quedaban.
Vivió en un sótano en malas condiciones y luego acabó junto a su hija en un albergue para deambulantes en la misma ciudad que la veneró.
En 1986, el estado de Nueva York le dio un apartamento en el Bronx y asumió el coste de la intervención quirúrgica que la hizo volver a caminar.
Previo a su fallecimiento se convirtió al evangelismo y grabó cuatro discos religiosos, «Hermana Lupe», «La Lupe», «Dios no es hombre para que mienta» y «La Samaritana». Estas producciones incluyeron varios temas que fueron éxitos de la música popular de su época y que ahora la cantante las interpretaba cambiando sus letras, pero manteniendo el mismo sabor rítmico.
En cambio, su vida desordenada y revuelta no la llevó a aprovechar los momentos de gloria musical y la fama y fortuna que acumuló.
En el ocaso de sus días, mendigó por las calles y murió pobre y olvidada con tan sólo 53 años de edad, el 28 de febrero de 1992.
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OTRAS TREMENDAS ANTONIAS
Una breve lista de mujeres a las que admiramos por su tremendismo personal. Por guapas, por listas, o por ser como son, las consideramos muy dentro del universo antonia. Algunas también han sido en alguna ocasión LA MALA DE LA PELÍCULA…
Angelina Jolie
Haberle quitado un maromo como Brad Pitt a la pavisosa de la Jennifer Aniston tiene que haber sido un placer doble.
Los papeles de chunga y macarra le van como anillo al dedo, por eso el rollo angelical en su vida personal se nos atraganta un poco.
Con visos de estar un poco tocada del ala, y con unos 5 kgs de menos (que le harían falta para estar realmente buena), esta antonia tiene pinta de irse a convertir en la más buena o la más mala de la pelicula en los próximos años.
Ava Gardner
El animal más bello del mundo (con permiso de Eartha Kitt en su juventud).
Famosa tanto por su belleza como por su afición al morapio.
La leyenda urbana le atribuye la mítica frase, dirigida a John Houston -que andaba metiéndose con los 45 kgs de peso de su por entonces marido, Frank Sinatra-,: «en realidad Frank pesa sólo 5 kgs; los otros 40 son su polla».
Se corrió todas las juegas posibles aquí en Madrid, donde aún la recuerdan y añoran algunos de sus antiguos amigos y compañeros de farra.
Hizo lo que le dió la gana, por encima de maridos y amantes, y eso es toda una hazaña cuando todo el mundo pretendía «domesticar» a la bestia.
Será por eso que los humanos tenemos gatos como animales domésticos: los leones son peligrosos e casi imposibles de domesticar…
Jessica Rabbitt
Da igual que sea un dibujo animado: a todas nos gustaría tener esas curvas y que no se nos cayera el palabra de honor.
Sólo una vez la obligaron a ser mala, y fué por defender a su conejito adorado.
Si Angelina estuviera más entradita en carnes sería su representación en la vida real.
Gilda (que no Rita Hayworth)
La pobre Rita llevó la pesada carga de haber sido Gilda durante el resto de su vida. Decía que los hombres se acostaban con Gilda, pero cuando se levantaban por la mañana sólo estaba Rita, y se decepcionaban.
En sí, el personaje de Rita es una tremenda antonia, a la que le falta el toque justo de autonomía para mandar a freir espárragos al feo de Glenn Ford y pirarse con uno que le de mejor vida.
Sharon Stone
¡Vaya, la única rubia del grupo! ¿por qué será? Bueno, es peliteñida (como todas), pero este mujerón, aparte de ser mu lista, antonia, ha llegado a la cincuentena estando aún más buena que cuando tenía 30.
La diferencia entre ella y Madonna es que la segunda parece un pellejo pollo y ella está radiante. Bueno, esa y el tremendo mal gusto de Madonna para todo. La que es choni es choni hasta la muerte.