Entre los estudiantes que eligen carreras universitarias y postrados ha ido creciendo progresivamente el interés en el mundo del Arte y esto se refleja en la oferta tan variada de enseñanzas artísticas de universidades e instituciones, públicas y privadas que se ha producido en los últimos años en España (ver lista abajo *)
Recoger este interés y atender a la demanda es una muy buena noticia para el sector artístico en España y puede llegar a genera motivación y confianza en la percepción del Arte como una industria en desarrollo, aunque muchas de estas enseñanzas estén siendo impartidas por profesorado no muy cualificado, probablemente debido a la necesidad de atender rápidamente dicha demanda.
Estas titulaciones se han elaborado en torno a la creación artística y en gestión cultural y cada alumno debe pagar entre 2500 y 7000 euros, lo cual genera unos crecientes ingresos.
El problema surge una vez se terminan estos estudios y se intenta acceder al mundo profesional, donde los apoyos al estudiante – que obviamente deja de serlo para convertirse en profesional– desaparecen.
El alumno que acabe sus estudios en creación artística que desee seguir haciendo obra en cualquiera que sea la disciplina artística que escoja se verá con una gran cantidad de impedimentos para poder mostrarla.
Estos son algunos de ellos:
– La creciente desaparición de espacios para mostrar trabajo. Cada vez es más complicado abrir salas de exposiciones, conciertos o artes escénicas independientes que no dependan de ayuntamientos y de empresas privadas de gestión cultural a las que, con gran frecuencia, éstos ceden los derechos de explotación, a menudo de forma no muy democrática ni transparente.
Obtener licencias para abrir nuevos espacios culturales resulta muy complicado en muchas ciudades (especialmente en Madrid) por no decir conseguir alquileres a precios razonables para proyectos artísticos, que requieren fuerte inversión y se caracterizan por una mayor oscilación en los ingresos.
– Escasez de medios y espacios de producción. Son escasos y mal dotados o inexistentes los centros de producción, aquellos que una vez finalizados los estudios faciliten lugares y materiales para el desarrollo de la creación artística, como puedan ser las residencias de artistas.
– Distribución. Son casi nulas las iniciativas para potenciar institucionalmente y de forma privada la obra de artistas emergentes o desconocidos (no ya de los artistas jóvenes, sobre los cuales rige el mito del niño prodigio – ya que una vez dejan de ser jóvenes pierden el atractivo).
Esto dificulta la creación y el funcionamiento de un tejido industrial para los muchos profesionales formados tanto en la creación como en la gestión, que adquieren formación en una disciplina en la que no pueden trabajar.
Los alumnos de gestión cultural, finalizados sus estudios, como mucho pueden optar a trabajar en galerías, fundaciones o instituciones, con una escasísima (o nula) remuneración haciendo labores de administración o apoyo más que trabajando en proyectos artísticos para lo que han sido formados.
Por otro lado, la poca estabilidad de los proyectos culturales es socavada por los cambios de administración, a nivel local o nacional, cuando lo que ha apoyado o creado un partido político es cuestionado, boicoteado o incluso eliminado por los de otro.
– Falta de pluralismo y transparencia en la elección de proyectos artísticos. Presenciar la obra de los mismos artistas en los escasos espacios existentes anula la posibilidad de renovación y de rotación.
Las instituciones y empresas –sus programadores y comisarios– deben ser independientes, no interesados, autónomos y con capacidad de juicio propio en sus elecciones y presentar productos diferentes, incluso opuestos, a los de otras instituciones.
– Escasa o nula remuneración del trabajo artístico. Cuando se presenta un trabajo, sólo el hecho de poder presentarlo en el espacio es absurdamente considerado «remuneración moral», lo que es usado para escatimar o denegar el valor económico (aunque los gestores sí obtengan beneficios económicos de esa obra – cobrando entradas, obteniendo subvenciones por actividades realizadas o mediante otros beneficios ).
Sumados estos factores, entrar en el mundo profesional para el recién llegado se hace demasiado complejo por falta de engranajes que funcionen (o que existan) en la industria cultural. De la formación al mundo profesional se crea un embudo por el que pasan sólo unos pocos de los muchos alumnos formados, a quienes se promete algo a lo que difícilmente podrán optar.
Muchos artistas emergentes no les es posible dejar de serlo.
La enseñanza en materia artística es un gran negocio, pero ¿no es un engaño para el alumno que no encontrará en el futuro posibilidades de desarrollarse profesionalmente?
Lo correcto sería que estos avances en enseñanza fueran la consecuencia de un entramado de industria cultural que los soporte y alimente.
¿Qué alternativas se ofrecen a los futuros profesionales en una escena en la que fallan tantos engranajes para poder trabajar?
La labor de crear un entramado laboral donde no sólo se pueda acoger a los que estudian sino que genere riqueza cultural está en España todavía sin hacer.
Es más, da la impresión de que los agentes que podrían ayudar a su creación ( profesionales y administración) trabajan en sentido contrario: eliminan lo poco que hay.
Su cortedad de miras les impide comprender que la capacidad de crear riqueza cultural es nada más y nada menos que riqueza económica.
Hasta que lo comprendan, la fuga de cerebros españoles en materia cultural seguirá siendo constante. El «que inventen ellos» se aplica y se aplicará a la cultura, y ser un artista de renombre seguirá siendo imposible si no eres extranjero o español que trabaja fuera.
Y el dinero que gastan los españoles en productos culturales seguirá yendo a bolsillos de otros países, a los cuales se ven obligados a emigrar los artistas españoles para simplemente poder hacer su trabajo.
Berta Delgado/ David Aladro-Vico – LRM Performance
(*) En una hora hemos podido recopilar todos estos grados postrados y másters, la gran mayoría de reciente aparición:
Creación Artística
– Diploma en Artes Visuales: Cine, Vídeo y Fotografía – Instituto Superior de Arte- Madrid
– Grado en Arte. Universidad Europea de Madrid.
– Grado en Arte Electrónico. Universidad Europea de Madrid.
– Grado en Artes Escénicas. Universidad Europea de Madrid.
– Licenciatura en Bellas Artes. Universidad Europea de Madrid.
– Licenciatura en Bellas Artes. Universidad Antonio de Nebrija.
– Grado en Artes Visuales y Danza. Universidad Juan Carlos I
– Máster Artes Escénicas. Universidad Juan Carlos I
– Máster en Creación e Interpretación Musical. Universidad Juan Carlos I.
– Grado en Artes Escénicas. Universidad Antonio de Nebrija.
– Grado en Ciencias de la Danza. Universidad Europea de Madrid.
– Diploma en Creación Escénica Contemporánea e Interdisciplinar – Universidad de Valencia/Fundación Universidad-Empresa Adeit – UV – Universidad de Valencia
– Master Oficial en Danza y Artes Del Movimiento – Universidad Católica San Antonio Murcia
– Máster en Artes Visuales y Multimedia – Universidad Politécnica de Valencia
– Máster en Producción Artística. Universidad politécnica de Valencia
– Curso de especialización en Estudios Teatrales y Audiovisuales. Universiad de La Coruña
– Postgrado en Estudios Teatrales y Audiovisuales. Universidad de La Coruña.
– Especialización en Arte Dramática: Interpretación e Teatro Contemporáneo. Universidad de Santiago de Compostela
– Master en Música. Universidad Politécnica de Valencia.
– Máster en Arte en la Esfera Pública. Universidad de Castilla La Mancha
– Master Oficial en Arte, Creación e Investigación. Universidad Complutense. Madrid
– Máster Universitario en Arte Contemporáneo. Universidad Europea de Madrid.
– Doctorado en Prácticas Artísticas y Teorías del Arte en la Contemporaneidad.
Universidad Europea de Madrid.
Comisariado y Gestión Cultural
– Especialista en Arte Contemporáneo – Instituto Superior de Arte – Madrid
– Máster Universitario en Arte Contemporáneo – Universidad Europea de Madrid
– Máster en Mercado del Arte y Gestión de Empresas Relacionadas – Universidad Antonio de Nebrija – Madrid
– El Espacio Expositivo – Universidad Politécnica de Cataluña – Barcelona
– Máster en Cultura Contemporánea: Literatura, Instituciones Artísticas y Comunicación Cultural – Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset
– MBA Executive en Dirección de Industrias Culturales – Universidad Antonio de Nebrija – Madrid
– Máster La Fábrica en Ingeniería Cultural – Universidad Europea de Madrid.
– Máster en Diseño y Gestión de Proyectos Artísticos y Culturales – Istituto Europeo Di Design Barcelona
– Máster Photoespaña en Fotografía: Teorías y Proyectos Artísticos – Universidad Europea de Madrid
– Pensamiento artístico y prospectiva cultural – Universidad de La Laguna
– Máster en Diseño y Gestión de Exposiciones. Universidad Europea de Madrid.
– Máster en Gestión Cultural – Universidad Carlos III de Madrid
– Gestión de Patrimonio Histórico y Cultural – Universidad Complutense de Madrid
– Patrimonio Artístico Andaluz y su proyección Iberoamericana. Universidad de Sevilla.
– Máster Europeo en Conservación y Gestión de Bienes Culturales – Universidad de Salamanca.
– Gestión Cultural – Centro de Formación Permanente – Sevilla
– Museología de Arte Contemporáneo – Universidad de Alicante
– Dirección de Proyectos Expositivos – Escuela Superior de Diseño – Universidad Pompeu Fabra – Barcelona