Descubrimos a Pablo Curto como todo últimamente: tropezando por casualidad en Twitter. Nos llamó la atención su desparpajo al escribir, que contrasta con una sensibilidad fuera de lo común para la fotografía de moda.
Como aquí la Jefa tiene muy poca vergüenza (y mucho curro), le pidió que se presentara a sí mismo, lo que según el propio Pablo era la mejor manera de no quedar como un loser (hijomío, cuánta razón tienes…). Así que sin más dilación, os presentamos a Pablo Curto, fotógrafo, ingeniero y escritor, aunque no necesariamente en ese orden.
«Nací en 1985 en Madrid, estudié en un colegio inglés, hablo francés y alemán, toco el piano, soy alérgico al pescado y estudié ingeniería en organización industrial. Sí, súper repelente todo. Pero que conste que a mi me obligaron (no tuve mucha personalidad hasta los 22 años o así, soy un poco late bloomer).
Nunca me gustó lo de la ingeniería, siempre fui el raro. En un momento dado, en tercero de carrera, empecé a hacer fotos y me gustó; presenté mis trabajos a varios concursos y gané alguno (entre ellos, uno con una foto de mis padres desnudos).
El caso es que yo empecé a trabajar de ingeniero en 3º, entonces trabajaba por las mañanas y por las tardes iba a la universidad; no me quedaba demasiado tiempo para nada. Aguanté el tirón durante 4º y 5º y en septiembre de 2010, cuando terminé la carrera, decidí seguir a media jornada en el trabajo y dedicar las tardes a ‘las artes’.
Y nada, poco más que contar: sigo trabajando en una empresa de ingeniería por las mañanas y dedicando mis tardes a preparar mi portfolio de fotografía de moda, a escribir mi primera novela y a colaborar con proyectos interesantes que vayan surgiendo (como lo de STAIN, por ejemplo).»
Pablo Curto realiza para la revista STAIN una serie de entrevistas, algunas de ellas recogidas bajo el título común de «Iba para profesión-seria-con-futuro y acabé en moda»