En las últimas semanas estaban viendo como el reality por antonomasia de nuestro país está de capa caída y la audiencia empieza a bajar lenta pero seguro. Mientras tanto se juega con la doble moral de lo que se debe y lo que no se debe hacer o si los concursantes son un ejemplo para la sociedad. Sea como fuere esto lo único que me hace es ganas de que vuelva el mejor reality que hemos tenido: Pekín Express.
Todo comenzó con Paula Vázquez, una de las presentadoras más implicadas en todo lo que hace, que se puso al mando de la versión española en su estreno en 2008. Entusiasmo, iniciativa y la sensación de estar viendo a los concursantes, con sus cosas buenas y malas, más reales que en otros concursos.
Sacando lo mejor y lo peor de cada uno, sus miserias y sus virtudes, ante todo lo que sucedía en el camino. Daba igual que fuera con el objetivo de llegar a Pekín o que Pekín fuera la salida ¡o que Pekín ni siquiera estuviera en la carrera! Nos dejaron algunos de los mejores y peores momentos televisivos:
Del empeño de las gemelas Ainhoa e Idoia, que tuvieron que abandonar por problemas de salud graves de una de ella; la extraña relación entre Fernando y Martha, señor y sirvienta y los horribles modales de Meritxell y Alazne, quizás una de las parejas que menos agradó al público y a los concursantes de su edición; El buen rollo, colegueo y «chulería» de Fran y Merino o de los últimos ganadores Matías y Nabil…
Si hay que quedarnos con presentadores, Paula Vázquez y Raquel Sánchez Silva fueron el alma y cuerpo de este programa. Se les notaba que estaban completamente metidos en él. Después llegaría el relevo de Jesús Vázquez en el que debe de ser el programa en el que menos se ha emocionado e implicado. Para acabar con Cristina Pedroche que parecía que sería la que más por libre iba y al final es la que, manteniendo las posturas, ha llorado más con los concursantes aunque la audiencia decidió darle la espalda.
¿Será el fin de Pekín Express? ¿Tendremos que aguantar otros realitys que funcionan más por el montaje de las imágenes que por lo que realmente sucede? ¿Alguien más piensa que lo del peluquín de Miguel de Gran Hermano quedará para los anales de la historia del concurso como una de las mayores ridiculeces que se ha visto?
Iré en bicicleta, Pekín está a la vuelta… que cantaban las Undershakes.