Es imposible poder describir con palabras la experiencia que hemos vivido en el Southpop Isla Cristina de este año. Nos habían llegado rumores de las excelencias de este festival pero nunca imaginamos que se iban a superar con creces. Como dijo uno de mis compañeros de fatigas, ‘si hay Paraíso, debe de ser algo así’.
Esta quinta edición ha sido sin lugar a dudas la mejor hasta la fecha. Más de 4000 personas pudieron disfrutar de la gran ZONA VIP que es este festival. Una que ya no está para muchos trotes recomienda encarecidamente señalar esta fecha en el calendario para futuras ediciones, pues se convierte en cita imprescindible para los amantes de la música directo en el mejor ambiente y a los mejores precios incluso, para el que viene con la familia al completo.
Southpop es un concepto diferente de festival, puede que no apueste por grandes nombres en su cartel pero la selección es exquisita y variada y el sonido en directo es excelente en ese auditorio a sólo unos metros del hotel donde se aloja gran parte del público asistente y donde los grupos se codean a sus anchas con los fans. La organización tiene claro que el que paga, no puede ser el último mono al que atender.
Desde aquí felicitar a esos camareros y encargados de las barras que no cuelgan su sonrisa en todo el día, a los trabajadores del hotel con esa manga ancha que tienen con los más afterhours, a los restaurantes de Isla Cristina que nos ofrecen el pescaíto más fresco y más barato que he comido en mi vida sin aprovecharse de las circunstancias turísticas, a la organización por su excelente trato con la prensa, a los ‘guardianes del tabaco’ siempre alerta para activarte la máquina en el recinto, a los guardias de seguridad simpáticos y comprensivos y a las 11 bandas que este año han entregado su alma con cada acorde. Dicho esto, paso a relataros cómo fue ‘uno de los mejores fines de semana de mi vida’.
VIERNES 7 de Septiembre
Llegamos el día anterior para aprovechar la playa y a los amigos que nos juntamos sólo en estas ocasiones. Primera sorpresa, los precios!. Puedes comer y beber por 4€ la mejor gastronomía local. Decidimos reservar fuerzas para el primer día oficial de festival. El camping, está fenomenal para los que están cortos de presupuesto, puedes dormir por menos de 10€ por persona en tu propio bungalow además de poder disfrutar de su piscina privada y de un chiringuito que te pone buenos desayunos.
El viernes todo empezaba con la pinchada de Manpop en la piscina del hotel Barceló. Encantada es poco, cualquier persona con pulserita del festival tiene acceso a la piscina Mikey del hotel y a las happy hours de la barra donde podías ponerte púa de gin tonics por 2€. Copas, amigos y dj’s mientras te refrescas como una reina. Qué más os puedo comentar…
Por la tarde había más pinchadas en el Kitepiriña, un chiringuito en plena playa con tus mojitos, tus sombrillas y tus tumbonas… el cielo!. Pero la asistencia a esta cita diaria estuvo muy por debajo de las expectativas, está bastante alejado del complejo hotelero donde se cuece todo y donde se está en la gloria, quizás deberían prescindir de esta cita y ampliar el horario de la las pinchadas en la piscina, seríamos tan felices…
Ducha y al parque donde se celebra todo. Muy a favor de no tener que esperar colas ni para cambiar las pulseras, ni para los baños, ni para pedir, ni para cambiar euros por fichas de coches de choque. Tampoco tenías ningún problema para ponerte en primera fila si querías ir en plan fanfatal y por supuesto, podías ver todos los conciertos en plan señora sentada en las gradas del maravilloso anfiteatro donde se escucha hasta la última nota.
Mucho respeto por los fotógrafos por parte del público, se ve que suele asistir gente bastante civilizada, que no teníamos foso porque no existe y estábamos en las mismas condiciones que cualquier hijo de vecino. Y pude comprobar, que todo lo que la organización promete, lo cumple!!!. Puedes ver a todos y cada uno de los grupos por los que pagas con sus 30min de descanso entre actuaciones, descanso donde la música no para, los dj’s se encargan de hacer que no pares de bailar entre conciertos.
No pudimos extasiarnos con Michael Cloup (Duo) pero los que pudieron disfrutarlo venían locos con la fuerza de esos loops infinitos que te atrapan e hipnotizan. Me los apunto para no perderme la próxima porque me pusieron los dientes largos!!!
Llegué con Delorentos que además de guapos y simpáticos pusieron el auditorio del revés. Hasta los más peques que aún pululaban por ahí bailaban los hits de los chicos de Dublín. Hay quien los encasilla en el post-punk y el rock oscuro pero yo os digo que suenan luminosos y enérgicos y que no dejan indi-ferente (jajaja) ni al más soso. ‘Give It Up Now’ y ‘Did We Ever Really Try’ calentaron motores para el gran subidón de ‘Secret’. Interactuaron desde el principio con el public y regalon algunas copias de su disco al final de la actuación que he de decir, fue un poco decepcionante y no por culpa de estos chicos. Los que estábamos en primera fila pudimos observar que el stage manager no hacía muy bien su trabajo ya que interrumpió, sin venir a cuento, la actuación casi 7min antes y nos quedamos con las ganas del cierre que nos tenían preparado. Sabemos que las cosas nunca son tan simples como parece y que hay un horario que cumplir, pero no puedes meter este patón con la audiencia entregadísima y con una banda que estaba cumpliendo con creces.
Después de bailotear en el descanso con Manpop, nos preparamos para ver qué hacían los chicos de The Sound Of Arrows. Con sólo un disco en el mercado, su ‘Voyage’ no suena nada mal aunque deben pulir algunos detalles como esos finales bruscos y evitar tantos efectos pre-grabados. Después de haberme tirado la parrafada de enterá, tengo que reconocer que cuando los escuchas te sientes como Bastian luchando por el Reino de Fantasía a lomos de Falkor (ya nos habíamos tomado unas copillas). Dignos sucesores de bandas como Pets Shop Boys, Vangelis pasando por Modern Talking o los Human Leage, hicieron que no paran de bailar e incluso saltaron alguna lagrimilla con un versión de «The power of love» de Jennifer Rush. Nos hicieron tener una sonrisa en la cara tema tras tema.
Estaba un poco cansada y quise comprobar cómo se estaba en las gradas del auditorio. Nena, DIVINA de la muerte que estuve allí sentada con mi copazo, mi pitillo y los guapazos de Delorentos sentados a mi vera viendo a Herman Dune. Tengo que confesar que estaba preparada para que después del subidón tuviera que cortarme las venas pero para mi sorpresa, no estuvo nada mal. Con los pelos de punta tenías allí a los amantes de la banda que se presentó en formato dúo de guitarra y batería a mi parecer poco resultón para un festival. Pero al rey lo que es del rey David-Ivar y Néman defendieron de forma muy elegante ‘Strange Moosic’ un recopilatorio de temas pop-folk que hablan del desamor que estuvieron a la altura pero no en el momento adecuado de la velada, desde mi punto de vista. Muy grande su versión del ‘Mother’ de Lennon.
Unos encuentros con amigos inesperados y una copilla después dejaron paso a la bomba que supuso para nuestras cabezas la actuación de Whomadewho. Demostraron que solo 3 personas en un escenario te pueden dar la vida en un festival. Con la perfecta conjunción de guitarra, bajo y batería los daneses hicieron que te olvidaras de todo lo que habías escuchado hasta entonces. Se erigieron los reyes del dance punk con hits como ‘The plot’, ‘Space for rent’ o ‘The Sun’. Al grito Are you ready to disco?, arrasaron como una apisonadora y pusieron el broche de oro a las actuaciones de la primera jornada que puso nuestras expectativas para la siguiente jornada muy altas y que superaron con creces las que traíamos de casa.
Después de los directos nada mejor que una buena sesión de Chicos Malos Jukebox para irte a la cama de los más relajada. Como siempre, pusieron a todos a bailar sus coreografías con canciones electro-pop de lo más ecléctico. Con ellos la diversión siempre está garantizada y para mi es petardeo, pero petardeo coherente del bueno, todo suena en el momento oportuno dando golpes de efecto inolvidables.