Bienvenidos todos y todas. En primer lugar voy a presentarme que es una cosa muy importante y necesaria. Me llamo Manostijeras y soy sastre, de ahí lo de Taylor. Mi dilatada experiencia en el mundo de la moda, en el de verdad, me fuerza a escribir estas breves -pero intensas- crónicas de carnaza fashion. Durante 15 años he arrastrado mi espigada figura por eventos de medio mundo: ferias para profesionales, fábricas en los lugares más recónditos del planeta, fiestas y cócteles inaguantables para un abstemio como yo, en fin que me conozco esto al dedillo. Espero que queráis conocerlo conmigo.
Nunca hemos estado tan informados y tan desinformados a la vez sobre el fenómeno moda; la moda se ha puesto de moda y todos quieren asistir a su akelarre. Y seguro que estáis todos ya muy hartitos de leer sobre moda en mil y una plataformas, que si blogs, que si artículos de revistas especializadas, que si pum que si pan. Os sabéis al dedillo lo que tenéis que teclear en el San Google para llegar a ver las imágenes cuasi-momentáneas de lo que esta ocurriendo en el universo fashionista.
De ahí que mi objetivo principal sea acercaos a esta realidad que ya conocéis pero desde un prisma distinto, de dentro hacía afuera y no al revés. Desde esta primera crónica quiero pronunciar un juramento en pro de la verdad, de la realidad por la que está pasando el sector de la moda y todas sus manifestaciones. En la medida de lo posible intentaré sortear con elegancia y saber estar las posibles querellas que nos puedan caer por contar las cosas como son, sin adornos, sin falsos peloteos ni servilismos esclavizantes. Aquí encontraréis rumore-rumore, realidades, y sobre todo verdades como puños. Así que, Reinas, agárrense los machos que cojo las tijeras y la cinta medidora y vamos a cortar unos cuantos trajes a medida.
Manostijeras Taylor