El tiempo parece que se alió con Manuel para crear el clima perfecto en la presentación de la nueva colección GM O/I 14/15, en una suerte de improvisado invierno londinense en Madrid.
Después de algún que otro inconveniente en el acceso (del que ya hablé en días pasados, y que no merece la pena recordar, puesto que sin errar es muy difícil corregir los fallos), entramos en una abarrotada sala de columnas del Círculo de Bellas Artes.
García Madrid se está convirtiendo en una de esas marcas a cuyas presentaciones es necesario estar invitado para que se te considere «alguien» en el mundo de la moda y la cultura.
Se lo merecen. Conozco a Manuel hace más de una década, y me consta que es un trabajador incansable, y un empresario de esos que entiende que su proyecto tiene que ir más allá de la ropa: tiene que ser un estilo de vida, un algo más del que adolecen tantos otros.
No es de extrañar, pues, que junto al desfile asistiéramos al nacimiento de Paraíso, publicación bianual fundada por Manuel García Madrid y dirigida por el jovencísimo Michael Oats, de la que hablaremos próximamente.
El desfile fue una sucesión de elegantes hombres, enfundados en impecables parkas, chaquetas, chalecos, gabardinas, esmóquines, en su justa medida, perfectos hasta en los complementos, como el reloj de bolsillo. ¿Cuántas veces hemos asistido a un desfile en que a los modelos les faltaba, dolorosamente, una talla de pantalón? Es habitual en pasarelas en las que desfila más de un diseñador, por eso es tan necesario para las marcas (siempre que la economía lo permita, claro) presentar su producto lo más individualmente posible. Aquí se notaba (y me lo confirmaron tras el desfile) que cada modelo llevaba la ropa hecha a su medida. Vaya que si se notaba. Como también destacaba el excelente casting, en el que estaban representadas todas las franjas de edad, todos los tipos de cliente de García Madrid: desde efebos guapísimos a maduros atractivos. Lo reconozco, un tipo bien vestido y con el pelo blanco me hace suspirar…
Desde el burdeos hasta el mostaza, pasando por la sobriedad del navy o los lunares (ya casi un sello de identidad de la marca), García Madrid hizo un despliegue de estilo. Si tuviera que escoger una prenda entre todas las de la colección, me quedaría con esta parka, perfecta en su sencillez, y, quizá con esta serie de chaquetas y trajes de efecto descosido, aunque, algo habitual ya en mí, quizá no para verla en el armario de otro, sino en el mío.
[Foto: García Madrid]
En resumen, García Madrid dió una lección de estilo, y un salto exponencial desde la presentación desde su anterior desfile en MFShowMen, en julio pasado. Una trayectoria impresionante, enhorabuena.
Por Mabi Barbas