Lo 1º que tengo que decir al respecto es BRAVO! por el artículo sobre la última publicidad de Comptoir des Cotonniers de esta misma publicación (ANTONIA MAGAZINE) el mes pasado.
Efectivamente la bloguera que lo protagoniza no sólo no es tan guapa (la pobre…) como se cree, sino que su blog es una fuente inagotable de inconsistente vanidad. Pero lejos de querer cebarme con esta muchacha (más protagonismo NO, gracias), escribo estas líneas para hacer una crítica a todas en general.
Siempre hay excepciones of course pero así grosso modo, me parecen todas unas petardas que no saben hacer la “o “con un canuto aparte claro está, de fotografiarse una y otra (y otra) vez con sus mejores outfits pretendiendo que parezcan casuales (¿quién coño sale a hacer la compra subida a semejantes andamios?), para entre otras insustanciales cosas intentar reivindicar más presencia en los front row de los desfiles. ¡QUÉ VALOR! ¿Pero tú quién te crees que eres, niñata? Si lo único que has hecho es comprarte una cámara de mierda, unas gafas de pasta (de palo la mayor parte de las veces), un poco de vintage y un mucho de H&M! Cómo dice una amiga: “A éstas las mandaba yo a un campamento sin ninguna superficie reflectante en la que mirarse a que se arrancaran los –larguiiiiiísimos- pelos unas a otras”. Os imagináis a estas niñas que están encantadas de haberse conocido y poseídas por sus espejos, sin uno cerca todos los días?? Dejarían de ser quienes son. Ah no, perdón, que no son nadie. ¡Creídas…!
Para que luego hablemos de la influencia de los blogs en la moda… Desde luego estos no, porque más bien son perfiles de FB un poco más elaborados. A veces, incluso ponen cosas que hacen en su tiempo de ocio (que debe ser mucho por cierto), como si a alguien le importaran, tipo: tras 15 fotos con el mismo modelito en diferentes actitudes suuuperoriginales: sexy, divertida, traviesa, putón (que no falte),… aparece la foto de un plato de Judiones de La Granja con un pie de foto: “estuvimos comiendo Judiones en La Granja. La morcilla me repitió toda la tarde”. ¡¡¡POR EL AMOR DE DIOR, UN POCO DE CONTENIDO!!!
Porque hablando de su ociosa vida, yo me pregunto: ¿por qué a estas niñas no les da por estudiar, no sé… ingeniería aeroespacial? Pues porque es mucho más fácil rellenar un blog con fotos de los pedos que te pillas con tus coleguitas y como recompensa protagonizar la última campaña de una conocida marca de ropa. Muy bonito, si señor!! Deberían legislar el asunto y que nadie sin una Licenciatura o, en su defecto dos dedos de frente, pudiera tener un blog.
Y es que resulta patético que cualquiera que tenga una cámara digital (porque si fuera analógica sería mucho más caro y por lo tanto otro cantar), mucho tiempo libre, cantidades ingentes de ego y una talla 34 o 36 (para poder echarse por encima todo lo que se compran y salir moniiiiiíssssimas en las 800 fotos de rigor), tenga un blog y por tanto se vea en la obligación de compartir sus básicos y escasos conocimientos sobre moda, y otros menesteres con el resto de la humanidad… Y tenemos que leer cosas tales como: “es de alta negligencia no llevar las braguitas a juego con el sujetador”- Y yo me pregunto: ¿alta negligencia, para qué?-; o frases lapidarias como: “el cámel es el nuevo negro”. Guay nena, yo también me he leído el Vogue este mes.
Y para colmo no saben escribir (y mucho menos traducir), y todavía se jactan de tener 150.000 amigos en FB. ¿Y no tienes ni 1 sólo que te aconseje que te apuntes a un curso o algo así para que el paupérrimo contenido de tu blog no parezca redactado por un niño de 8 años?
¡Qué atrevida es la ignorancia!
Todo esto convierte al mundo de la moda, al cual amo profundamente, en un accesible campo de oportunidades para intrusos y advenedizos. Pero NO señores, no…. ¿O es que existen muchos blogs donde gente que se cree médico por ponerse una bata blanca y un fonendoscopio para estar por casa, imparta instrucciones sobre cómo hacer un bypass, a cuenta de un par de documentales de National Geographic y la experiencia de su primo el de Tomelloso? Un poco de rigor, por favor….
(El tema del intrusismo de cantantes, actrices, cantantes/actrices, hermanísimas, presentadoras, y demás fauna farandulera que se meten a diseñadoras lo dejo para otro artículo, porque hay material como para escribir un libro).
Estos blogs de pacotilla desmerecen y mucho a otros infinitamente más serios como The Sartorialist (convertido ya en libro de culto), Jak & Jil, Copenhaggen Street Style, o Lamasapasa donde profesionales de la moda, la fotografía o simplemente gente con buen gusto capaces de mirar más allá de su ombligo, se echan a las calles en busca de looks arriesgados y realmente espontáneos que sí que pueden llegar a marcar una tendencia, porque es la realidad de lo que está en la calle.
Por eso, cuando el otro día en una conferencia, me preguntaron sobre cuál era la influencia de los blogs en las colecciones de una marca de ropa, me tuve que morder la lengua hasta hacerme sangre, para no decir todo esto que ahora escribo. Por cierto, qué a gusto me he quedado!
Y es por ello que siento la imperiosa necesidad de hacerme un blog. Para vengar el buen gusto y las buenas maneras. Sin duda va a ser uno de mis propósitos para el nuevo año 2011.
Próximamente…
Cocó La FU