«Azúcar, canela, vainilla,…; mezcla, pocha, añade… y olor, más olor, un denso olor que inunda mi casa. ¡Soy feliz cocinando! Tanto que las horas se me hacen segundos.»
Así se presenta el blog de una andaluza muy guapa y con mucho talento para los fogones.
Nos parece particular porque no se limita a presentar la receta y cómo se cocina, sino que siempre añade una historia a cada uno de sus post. Pequeñas historias que te imaginas que te cuenta, en su cocina, tú delante de una copa de vino, mientras ella, toda primorosa, va haciendo uno de sus maravillosos platos.
Nos cuenta que los postres son su perdición. Y la nuestra, como sigamos mirando las fotos de su blog.
¿Habéis comido? Porque después de ver sus recetas no vais a tener más remedio que apagar el ordenador y salir a comer, o meteros en faena a preparar algo.
¡Madremía, qué hambre nos está dando!