Manteniéndose fieles a su carácter ambicioso e innovador, Al Berkowitz vuelve tras tres años de silencio con su gran obra maestra A long hereafter/Nothing beyond.
Dividido en dos partes, en este segundo LP de estudio juegan con las múltiples y variadas inquietudes artísticas de la banda madrileña. Alejándose de cualquier etiqueta o estilo predefinido, van un paso más allá haciendo fluir el espíritu psicodélico de anteriores trabajos hasta el jazz, el lounge, pasando por el space rock, el krautrock o la canción de autor Al Berkowitz nos propone un viaje de una hora a través de su peculiar universo sonoro. Brillantes armonías y ritmos singulares sobre una cuidada y exquisita base experimental que nos deja locas!!!
En esta nueva propuesta cobra fuerza el papel de las voces para atraparnos en una atmósfera meláncólica, ingenua y deliciosamente desquiciante. No se parece a nada que hayas escuchado antes y suena a todo lo bueno que te gusta.
A long hereafter / Nothing Beyond fue grabado a finales de 2011 en los estudios de Paco Loco de El Puerto de Santa María y ha sido producido y mezclado por ellos mismos este año. Será editado por su propio sello Temple Records y Talibán Music.
Nos encontramos ante una obra ambiciosa, plagada de influencias y bien ejecutada por sus tres integrantes. ¿Estáis preparadas para la experimentar nuevas sensaciones musicales?. Yo sí estoy preparada y he charlado un rato con Ingnacio Simón que nos descubre algunas de las claves de este disco.
¿Cómo se pasa del bossa nova al ‘Kid A’?
En Al Berkowitz siempre hemos intentado dar una vuelta de tuerca a las diferentes músicas que nos inspiran y dedicamos mucho tiempo, antes y después de la grabación, a probar distintos ritmos y arreglos para nuestras canciones. En «You and I», primer tema de este último disco, quisimos hacer una bossa-lounge al estilo de Jobim, pero por el camino fuimos agregándole loops y capas de sonido y al final me recuerda al Kid A por sus atmósferas y su enfoque experimental. La clave está en pasar mucho tiempo metido en un sotano.
Han pasado más de 4 años desde vuestro primer largo, ¿ha sido tan complicada la grabación de este disco?
Para sacar un disco como nuestro debut «Barely nice» con pocos medios, hace falta mucho curro y una dinámica de trabajo algo obsesiva y cuando terminas se te quitan las ganas de volver a meterte a grabar por un buen tiempo. Empezamos a preparar este segundo disco a mediados de 2010, pero fuimos atrasándolo hasta que encontramos un buen momento para hacerlo…luego las primeras mezclas salieron mal, luego rompimos con el presunto sello que iba a sacar el disco, tuvimos que aparcarlo unos meses para poder rehacer las mezclas con calma… en fin, nunca es tarde…
He leído que por las características del disco y vuestro afán perfeccionista termináis por mezclar vosotros mismos, ¿cómo ha sido la experiencia de mezclar este trabajo?
Pues en un principio hicimos las mezclas en el mismo estudio en el que grabamos el disco en Puerto de Santa María, con Paco Loco, pero no nos gustó el resultado. Como productor, soy bastante cabezón y, probablemente, algo insoportable. Al final decidimos mezclarlo en casa, con toda la calma del mundo y a nuestra manera. La parte positiva es que el resultado, aunque no suene como un disco de Coldplay, se acerca bastante a nuestra perfección. La parte negativa es que, sin fecha definida para terminar, acabas entrando en bucle y es difícil dar el disco por finalizado. Aún hoy tengo la tentación de retocar las mezclas, añadir ruidos, coros , cuerdas…
¿Lo que conserváis del primer LP de estudio que nunca vais a perder?, ¿qué no repetirías en futuros proyectos?
Desde el primer momento, siempre quisimos hacer la música que nos apetecía, sin preocuparnos porque encajara en un estilo u otro. En este primer disco había canciones atmosféricas a lo Talk Talk o Brian Eno, como «Our palace in Ergosphere» o «Barely nice», otras a medio camino entre el jazz y la música experimental, como «Miles diggin’ redux» y otras cercanas al harcdcore, como la última de este disco. Eso lo mantenemos ahora y esperamos mantenerlo siempre. Claro que las letras del yate no se pagan solas…
Para futuros proyectos, nuestra intención es ocuparnos desde el primer momento de todos los aspectos de la grabación, desde colocar los micrófonos a elegir los instrumentos adecuados.
¿Cómo es el proceso de composición de un disco tan preciosista como este?
Largo… la música va surgiendo capa a capa, de fogonazo en fogonazo. A veces la idea está casi intacta al principio. Otras veces, un sonido inspira a otro y la música se va encadenando partícula a partícula.
En este nuevo trabajo las voces han cobrado protagonismo y las guitarras se difuminan entre percusiones, y otros sonidos exóticos, ¿cómo se plantean estas atmósferas?, ¿de dónde surgen?
Un amigo me dijo una vez que no le gustaban los sonidos que no podía identificar, que no sabía de dónde venían. A mí me pasa al contrario: me intrigan los sonidos de origen desconocido y los buscamos conscientemente. Me gusta que un instrumento se parezca a otro o el resultado de amalgamar diferentes sonidos a lo Phil Spector. Casi todas las atmósferas partes de guitarras y voces. En «Farewell, my lady!», hay unas veinticinco guitarras que imitan una sección de cuerdas. «Sensitive, not dramatic» parte de un loop de batería grabado con un teléfono móvil y «Magical cynical» not tiene batería, sino una mezcla de palmas, maracas, cajón flamenco, timbales, pisotones, gritos, claves,etc…
¿Estás orgulloso de que nadie puede encasillaros?, ¿podemos hablar de un sonido genuinamente Al Berkowitz?
Lo de sonido genuinamente Al Berkowitz suena bien… pero aún no lo hemos alcanzado. Está en camino, pero falta un poco de tiempo, depurar algunas ideas, aprender algunas cosas nuevas, gente sabia que se involucre y nos eche una mano…
Escuchando este disco me han venido a la mente grandes maestros del cine clásico, ¿os gustaría embarcaros en la composición de la banda sonora de una película?, ¿de qué tipo de película?
Nos encantaría. De hecho, alguna vez hemos empezado alguna para cortos y documentales pero éstos nunca llegaron a terminarse. Me encantaría escuchar «Nothing beyond» en una peli con una rubia con un foulard conduciendo en un descapotable por la Costa Azul. «A long hereafter» me parece perfecta para terminar una película indie… Me encantaría haber hecho la banda sonora de «Malas Tierras», «Eyes wide shut» o «La última película», pero ya están hechas.
¿Cuál piensas que es el formato ideal para escuchar a esta banda?
En directo somos muy diferentes a lo como sonamos en disco. No adaptamos nuestra música del directo al disco o viceversa. Sencillamente, son cosas diferentes. Yo he escuchado más discos que conciertos, así que, por elegir alguno, me quedo con los discos. Además, desde diciembre de 2012, toda nuestra discografía esta en descarga gratuita a través de nuestra web. Si te gusta lo que escuchas en lo discos, pásate por un concierto y no te defraudaremos.
Morirías por compartir escenario con…
Grizzly Bear, Scott Walker, Mark Hollis, Ray Davies…
Me ha encantado el videoclip de vuestro primer single, ¿quién ha sido el responsable?
Lo hicimos con Dromme, una joven productora de Madrid más que interesante. El rodaje fue largo, pero lo pasamos muy bien, con mucho frío, pero con orejas de conejo. Esta es su web: somosdromme.com
¿Hacia dónde mira AL Berkowitz?
Al Berkowitz mira al pasado (nació en 1949), a su infancia en Temple, a su presente en España y a su incierto futuro. Mira a sus amantes, discípulos y allegados. Es sabio y casi siempre mira al frente, pero no le preguntes qué pasó entre 1980 y 1987, porque no se acuerda y se pone a la defensiva.
¿Con qué canción te despedirías?
«How could we get ourselves lost?»