El pasado 17 de noviembre Xoel López finalizó en La Riviera la gira de presentación de «Atlántico» el disco con el que inauguró una nueva etapa de su carrera musical.
Ya hace unos años Xoel con su proyecto Deluxe había demostrado que maneja La Riviera como nadie, ofreciendo unos directos memorables que hacían que poco más y el recinto se viniera abajo a causa de la euforia colectiva que desataba entre los asistentes. Pudo seguir por ese camino y ahora mismo su nombre estaría (para bien y para mal) al mismo nivel de Vetusta Morla, Love Of Lesbian y Lori Meyers. Pero Xoel decidió ser más fiel a sus inquietudes musicales: dejó su acomodado puesto de estrella del indie nacional, hizo las maletas y se fue a hacer las Américas en busca de vivencias, colaboraciones y nuevas influencias musicales.
En esta gira tenía que demostrar que había vida más allá de Deluxe y lo consiguió bastante bien. No cualquiera puede darse el lujo de tocar casi al completo un disco que ha dividido a sus seguidores y salir victorioso de ello. Detrás de los arreglos y los ritmos latinos sigue estando la misma esencia del cantautor de siempre en las letras y las melodías.
Los guiños a Lovely Luna no se hicieron esperar. La adaptación en versión cumbia de «Parando el tráfico» no superó a la original pero logró que empezáramos a mover el cuerpo y a prepararnos para recibir los grandes éxitos de Deluxe. «Que no», la que suele ser su canción más conocida no sonaba extraña camuflada entre el repertorio, lo sorprendente fue que recibió la misma o incluso una menor aclamación que el resto de canciones de Deluxe.
No podían faltar las colaboraciones de su compañero en Lovely Luna Felix Arias que subió al escenario para tocar la guitarra en «Tierra» una canción complicada que según Xoel no puede tocar y cantar a la vez.
Como si se tratara de un maratón los éxitos iban sonando sin parar, ya lo había avisado a través de twitter había que llegar pronto porque estaba dispuesto a aprovechar hasta el último minuto el tiempo alquilado de la sala.
25 canciones que se dicen fácil pero al ver la entrega con la que la banda las interpretaba se podía sentir la complicidad y el gusto de tocar en directo. Al frente de los músicos Xoel sudando la camiseta y con un muy comprendido cansancio después de darlo todo tras más de dos horas de concierto.
Se echaron en falta canciones como «Joven poeta», «Bienvenido al final» o «Song for Ana» por cubrir algo de su repertorio en inglés pero al final dejó satisfechos a sus seguidores de toda la vida, a los que no creían en sus nuevas influencias y a los que sólo iban a escuchar que no, que no, que no, que no.