Para quién no conozca o entienda, mi adorado hashtag #orfidaltime es ese momento en el que te hartarías a orfidales para soportar ciertas situaciones. Y la navidad, como los desfiles de moda en streaming, sería algo así como la hora feliz.
¿Por qué 9? Porque los decálogos ya son un #orfidaltime en sí mismos.
- Peluquitas. No se si pasa en otros lugares, pero en Madrid con el encendido de luces y el bullicio consumista del centro, aparece el desfile de pelucas. Resulta esperpéntico. Sigue siendo una gran incógnita para mi esta especie de tradición que no creo que llegue a entender nunca. ¿Por qué señoras y señores? Podrían darnos una tregua entre Halloween y Carnaval… A falta de respuestas coherentes: #orfidaltime al canto.
- Decoración. Qué daño ha hecho pinterest. Pasamos del exceso de nuestras abuelas y madres a la hora de poner el árbol y colocar aleatoriamente las guirnaldas y bolas por todo el salón sin mesura. Y esos hombres que lo dan todo montando un Belén… A una decoración minimalista estilo nórdica. ¿Perdona? Para los escandinavos la Navidad es sagrada y de minimalista nada. Decoran con mucho gusto, eso sí, les avala un gen especial para el diseño. Y no decoran con cuatro ramas y unas luces. Cada año apuestan por un color o materiales diferentes, le ponen mucha atención y la viven al máximo. Vamos, igualitos que tú, reina.
- El bombardeo y propuestas de estilismos. «10 vestidos para deslumbrar en la cena de empresa», «10 vestidos para lucir impecable en la cena de nochebuena» ( meterte a tus suegros en el bolsillo y dar por el saco a tu cuñada ), «10 vestidos de fiesta»… A ver, da igual lo que te pongas en la cena de empresa porque lo que debería ser un must allí es el bromuro. Si no ligas, o mejor, no te acosan preocúpate porque ahí triunfa hasta el tato. La gente se vuelve loca, los compañeros y los jefes atacan sin piedad y algunas desfasan. Pero ojo, lo que pasa ahí, no se queda ahí.
Ir a la cena de Nochebuena divina y embutida no tiene sentido. Si vas a estar acordándote del pantalón premamá de Phoebe que sabiamente utilizó Joey, en aquel Acción de Gracias, en Friends e hiperventilar. Ahí se va a comer.
En cuanto a Nochevieja, ¿siguen existiendo los cotillones? Todos sabemos que suele ser la peor noche para salir del año, la más corta, la más fría, la más cara y no suele compensar el gasto y sufrimiento con la diversión. La cuestión es tajarse, deja tu modelito brillante, abrigo de pelo, tacones imposibles y medias “transparentes” en un segundo plano y date un homenaje lejos de multitudes y barras libres sin bebidas de calidad. - La televisión. Siempre, pero en esta época entrañable más. Es para suicidarte con una mezcla explosiva de peladillas y orfidales como panes.
- Las cadenas de mensajes absurdos (ahora en whatsapps). Antes todavía cabía la posibilidad de cortarse por aquello del coste del mensaje, pero con Whatsapp o Line se ha abierto la veda de soportar un sinfín de mensajes navideños nada personales y chistes sin filtro alguno. ¿Con qué nos torturarán este año nuestros queridos amigos y familiares ? Mándame una postal a casa, un blíster o mejor un mensaje en otro momento para saber de ti. Hace un año que no hablamos y me vienes con estas tonterías.
- El amigo invisible. Ese juego de regalos en el que alguien siempre sale mal parado y ese alguien sueles ser tú. Aunque he de reconocer que el peor caso vivido lo padeció mi mejor amiga. Nunca olvidaré su cara y lo que nos hemos reído, después del shock inicial, intentando averiguar quién fue y por qué. El juego diabólico se debe llamar así porque es como una especie de protección de testigos: Si lo pillas, lo matas. Si no lo hay debería existir un video, en YouTube, de esos de “reacciones de personas cuando reciben los regalos del amigo invisible”. Un show.
- Regalos. Así en el sentido más amplio. Si has sucumbido al terror anterior y te queda Papá Noel y Reyes: Suerte.
No solo por el gasto y quebradero de cabeza sino por lo que recibirás a cambio. Habría que optar por el modo práctico de hacer felices a los niños y cada uno entregarse sin control a las rebajas.
Porque señoras y señores:
Regalar por regalar, mal. Un regalo no es algo para salir del paso o quedar bien. ¿O si?
Regalar lo que me has “sugerido”, mal. Ya existen las listas de boda… - Las dichosas listas y el repaso. “Lo mejor del 2013” ya sea en general o en materias específicas: #orfidaltime asegurado. La nostalgia repentina y esos balances del año… Lo peor va a ser aquello que no hiciste y crees que harás en 2014, entrando en un bucle que comienza un 1 de enero o eso que repetirás después de haber jurado que era la última vez. Ya.
- El triunvirato que cojea: Los Reyes Magos. Lo mío es oro, lo tuyo incienso y lo de él BB cream. ¿Hasta cuándo vamos a tener que presenciar a un Baltasar con pote y guantes ? Otro hecho insólito y sin lógica, aunque cumpla con una constante tradición navideña: la falsedad.
Minervísima.
Hunter vs Cool.
ht #orfidaltime tumblr