Como si de un buen vino, o una cita de Montesquieu o Victor Hugo se tratara, Alex nace en Talence (Burdeos) hace 34 años, casi enseguida se traslada a Mojácar (Almería) y disfruta en ella una infancia llena de vida y optimismo; de ahí va surgiendo esa gran proyección sobre el color y la imaginación.
El sabor del mar guardado en su memoria le sirve de inspiración y le marca un carácter determinado a dos cosas: derretir el verano y congelar el invierno.
Su aficción a la fotografía nace en Liverpool, con tan sólo 17 años y un grupo de amigos, en un viaje de placer presagio de cuál sería su pasión.
Empezar como camarero en una empresa de catering especializada en rodajes de cine, y su firme constancia, le abren las puertas en el mundo del celuloide, pasando de auxiliar de producción a 2º ayudante de dirección, compartiendo buenas experiencias y trabajo con Spielberg, Ridley Scott, Jean Jacques Annaud, Terry Guilliam, Alex de la Iglesia, entre otros.
Después de un amplio recorrido en el mundo de la publicidad y el cine (París, Madrid, Barcelona…), Doucet se vuelca de lleno y consagra su cámara a la moda, teniendo como grandes referentes a Edwuard Staiche, Irving Penn, Helmut Newton, Richard Avedor, Steven Meisel o Terry Richardson, y aprendiendo de su estilo obsesivo y sofisticado.
Al fin y al cabo, la moda es una de las formas posibles que tiene el ser humano de expresarse. Va más allá de las pasarelas, los cuerpos esbeltos o paisajes de ensueño.
Alex Doucet se compromete con su trabajo hasta el fin. El placer de realizar una buena obra, le da la fuerza para que surjan de él trazos de fuego, tierra, mar o aire, todo en un mismo ser..
La belleza de sus fotografías te hace sentir libre. Estar en sus manos es todo un privilegio. Es capaz de transmitir la jovialidad de Marilyn Monroe, la sonrisa de Jane Fonda o la mirada de Gloria Vanderbilt, en almas vivas, es un espectacular efecto lleno de sensaciones.
Su trabajo es un tobogán vertiginoso, donde inunda todo con looks de impacto, deslumbrantes tendencias y paletas cromáticas encendidas: una mezcla explosiva que forja el universo de la fotografía.
Alex Doucet disfruta ahora de su mejor momento, más vivo que nunca, donde arropa su inconfundible sello, su fórmula mágica, ser él mismo.
Esther M. Baraza
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Alex Doucet
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