Lo que nos pasa con Cibeles es que nos hemos cansado de explicar quiénes somos, qué hacemos, y cuál es la línea editorial de la revista (que, por si alguien no se ha enterado aún, es la del punto de vista -real- de la usuaria, sin maquillajes ni amiguismos ni favores. Quien lo quiera entender, y arriesgarse a subirse al barco de nuestra idea, bienvenido.
Pero a quien no lo acepte, y pretenda ser peloteado por algo tan triste como una acreditación, y que tan sólo sirve para entrar en un recinto que está a tomar por culo de la ciudad, a realizar un trabajo que va a promocionar una feria que va de mal en peor, pues mira, chica, ahí te quedas. Cuando tengas algo interesante, y aprendas a tratar al que curra y no va a emborracharse a las 12 de la mañana, vas y me llamas, ya si eso.
¡Ah! Por cierto, vamos a seguir contando lo que nos parezca correcto.