LA TRECE CATORCE
Hace algo más de 15 días me pusieron en la PUTA CALLE. SÍ así, como suena: DURO. Llegas después de una semana de vacaciones, que lo que tú no sabes es que va a ser la primera de muchas, y a eso de un cuarto de hora de que acabe tu jornada laboral, te llama un señor que sólo aparece por ahí con la guadaña cuando va a rodar alguna cabeza y te dice aquello tan bonito de «mañana no vengas».