no tan infantil
Si hace apenas días, ésta, su revista de referencia, les acercaba el abusivo e hipócrita mundo de la prensa femenina; hoy desde este espacio de refugio y sapiencia, me dispongo a contar lo que he vivido en la televisión infantil, y les aseguro que es tanto o más duro que aquél testimonio. Yo trabajé durante un tiempo en Disney, en la televisión de Disney, que emitía como canal propio y exportaba a la vez contenidos a otras televisiones estatales (Telecinco y posteriormente TVE). El programa estrella era Club Disney, un magacine en el que se emitían series, sketches y el consabido componente didáctico y ético que se presupone en los espacios infantiles.