A veces, muchas veces, las tías estamos ciegas, y no nos damos cuenta de la realidad hasta que se nos cae encima.
Nos pasa constantemente, con la pareja, con los amigos, con los vecinos, con el portero del edificio, con los compañeros del curro.
A veces, muchas veces, las tías estamos ciegas, y no nos damos cuenta de la realidad hasta que se nos cae encima.
Nos pasa constantemente, con la pareja, con los amigos, con los vecinos, con el portero del edificio, con los compañeros del curro.
Estoy firmemente convencida de que el día menos pensado me parten la cara. Bueno, hasta me lo habré buscado… un poco… Mamá siempre me ha dicho que calladita estoy más guapa.
¡Odio el verano! Ya, ya sé que empezar un editorial exclamando «odio» no es muy comercial, pero es que es así. Hace poco más de un mes andábamos reclamado que el calor hiciera acto de presencia de una vez, que se nos estaba helando el culo, y nuestra piel empezaba a tener una pátina verdosa, como de musgo. Pero es que no, para mí calor no, gracias, que lo paso fatal.
Una mañana, hace algunos años, cuando en la FNAC de Callao tenían kiosco de prensa, andaba echando un vistazo, y eligiendo qué me iba a llevar.
Siempre he sido muy ecléctica, pero no por ello poco selectiva. En mi Ipod puedes encontrar desde Robyn a Ella Fitzgerald, pasando por María Jiménez, Bonde do Role, Deep Dish… Eso sí, NUNCA ENTRARÁN FITO, SABINA, CALAMARO o el CANTO DEL LOCO, antes le prendo fuego al cacharro, ¡vive dios!
«Nunca, bajo ninguna circunstancia, pienses que eres más que nadie»
Dice Giselle Bundchen que eso le dijo su padre un día, cuando aún era una adolescente, y había sido arrogante y soberbia con una compañera del colegio.