Cuando exclamas “¡Y yo con estos pelos!” y no es precisamente el tinte lo que tienes que revisarte, mal vamos. Y me juego lo que quieras a que, ahora que el buen tiempo ha llegado para quedarse –o eso parece–, lo vas a pronunciar más de un día.
Cuando exclamas “¡Y yo con estos pelos!” y no es precisamente el tinte lo que tienes que revisarte, mal vamos. Y me juego lo que quieras a que, ahora que el buen tiempo ha llegado para quedarse –o eso parece–, lo vas a pronunciar más de un día.