Que Lady Gaga pretenda impresionarme con sus estilismos supuestamente transgresores me da la risa floja. Perdona, nena ¿te estás quedando conmigo? Echo la vista atrás y me encuentro con Tino Casal, con Paco Clavel, y, más actualmente, con Astrid Hadad. Esto sí que es ser transgresora. Lo siento, Lady Gaga, me sigues pareciendo una mamarracha. Demuéstrame más.