Respeto y admiro a la gente que decide llevar a cabo un trabajo artístico dentro de la disciplina/s que desarrolle, y admiro y respeto especialmente a las mujeres que quieren llevar a cabo una carrera artística.
Desde que estudié Bellas Artes, donde el 80 % de la carrera estaba estudiada por mujeres, he podido ir observando cómo muchas de ellas, al finalizarla, no han seguido desarrollando un trabajo artístico. No culpo a nadie por ello, porque requiere esfuerzo, constancia, apoyos y las circunstancias no suelen ayudar a ello. Si una persona quiere ser artista, y más en España, normalmente estas cosas no suelen darse.
Me alegra ver a compañeras de carrera como Elena Bouza, Greta Alfaro o Sara Quintero se han volcado en su trabajo, son excepción que confirma la regla.
Partiendo de que cada mujer puede desarrollar el tema que le dé la gana y no siendo estas artistas que he mencionado representativas de lo que ahora voy a hablar, me da que pensar los temas que en general observo en el trabajo de las mujeres artistas, siempre centrados en la mujer (la cuestión de género, la sexualidad, la lucha de sexos, el embarazo,los roles femeninos).
Es una consecuencia del arte llamado «de género», que proviene de los años 60, donde era reivindicativo, al igual que ha habido un arte de tendencia gay-lésbico o un arte que criticaba las desigualdades raciales.
Todavía las mujeres no hemos alcanzado la igualdad en muchos aspectos, y no podemos dejar trabajar por nuestros derechos (así como no repetir lo que hemos criticado con los hombres). Pero también considero que en este momento debería enfocarse de otra manera: que los hombres comenzaran a defender la igualdad, es cosa de ambos sexos (hay que intercambiar espacios y hábitos, atacar el problema real – mujeres que puedan seguir una carrera profesional y hombres que puedan trabajan en entornos asociados a la mujer). En este momento sería lo más efectivo.
En cuanto al arte realizado por mujeres, cuando se repite tanto y tantas veces los temas asociados a la mujer; cuando las instituciones, las galerías, los centros de arte y los festivales apoyan a mujeres artistas que sólo se centran en la mujer… me pregunto si al final sólo se quiere a artistas mujeres que no traten otra cosa.
Parece que lo que era un trabajo crítico se ha transformado en un gueto de mujeres que observan trabajos sobre la mujer (y que además, por lo general, ya convencidas de las reivindicaciones feministas). Ocurre al final, que con el arte de mujeres se aísla a toda mujer que no trabaje sobre el género y se aísla a su vez cualquier otra persona que tenga una obra interesante que aportar.
Quizás mi forma de pensar sea porque nunca he sentido que tuviera que realizar un trabajo sobre la mujer. Siempre me han interesado otros temas y prefiero que en mi trabajo no se reconozca el género.
Siempre he buscado que se me considere persona. Por ser mujer no me identifico con los tópicos (típicos) asociados: mayor sensibilidad, ternura, instinto maternal (en esto especialmente, hay hombres que me dan mil vueltas), etc.
Creo que las mujeres tenemos que empezar a trabajar en otros temas dentro del arte, para que se nos considere profesionales al mismo nivel.
Sería interesante dejar el ala protectora del género que tantas comodidades ofrece para aportar otro tipo de obra que realmente nos va a dar la igualdad real frente a los hombres. Para que no se nos pueda aislar mientras pensamos que estamos trabajando por la igualdad.
Berta Delgado – LRM Performance