¡Ay, Madonna, Madonna! ‘Jamía. Has confundido ir cómoda con ir como un mamarracho. ¿Y ese chándal? Será de los caros, pero a tí te sueltan en La Barranquilla y no despintas ni un poquito.
Y lo de la camisa de lunares combinada con el look yonki… Mira que os lo dijimos, Dolce&Gabanna, que lo mezclar los lunares con lo primero que pillaras era una tendencia peligrosa, porque después de eso todo vale.
Vosotros le regaláis la camisa con todo vuestro cariño (que para eso os ha hecho la campaña), y ahora ella la desluce así, con el chandal guarro de ir a comprar el pan (sí, está guarro y desflecado por los bajos, porque se lo va pisando). ¿Es pa matah-la, o no es pa matah-la?
Y luego, claro, nosotras nos ponemos estas combinaciones imposibles y nos ponéis como los trapos. Pero claro, como es Madonna, entonces vale… No no no no, hija, no, que parece que te ha vestido tu peor enemigo. Ah, no, que eran Dolce&Gabanna…