Moda en el Cine

sumariothe-september-issue-official-poster1

La ceja y el pulgar.
Moda en el cine

Hay algo de la moda que puede poner a la gente realmente nerviosa, eso lo dice Anna Wintour, la todopoderosa editora del Vogue americano en el documental The September Issue, y yo creo que es totalmente cierto.

La primera reacción del mundillo intelectualoide es pensar que la moda es sinónimo de superficialidad, lo cual en muchos casos no se aleja de la verdad. Pero, quitándonos las caretas, no podemos negar que todos estamos influidos en mayor o menor medida por ella, y eso no nos transforma automáticamente en idiotas. No me voy a poner a exponer mis ideas sobre la moda en sociedad y esas cosas, simplemente porque lo mío es el cine.

cleopatra_elizabeth_taylorPodríamos plantear una discusión al estilo huevo-gallina, ¿influye la moda en el cine o es el cine el que impone modas? Ambos. La Cleopatra de Elizabeth Taylor en el Egipto de los años 60 se maquillaba como cualquiera de las modernas modelos del Londres de Blow Up. Hay muchos looks que se imponen luego de una película de éxito, y diseñadores de moda que se transforman en diseñadores de vestuario. Incluso asesores de moda y estilistas para películas fashion como Sex and the City.

1227199807022_fSe me ocurren varios personajes que trabajan o desean trabajar en moda y que habitan diferentes películas. Recuerdo como Molly Ringwald se diseñaba y cosía su propia ropa en Pretty In Pink, Meg Ryan, hace poco en la nueva The Women también era diseñadora, y mi favorita Edna Mode, la diseñadora de trajes de superhéroes de Los Increíbles, que por cierto está inspirada en la legendaria diseñadora de vestuario Edith Head, que ganó ocho Oscars.

edna_modeSin embargo, a pesar de su importancia dentro del cine, no hay tantas películas que se centren en la industria de la moda.

Está Pret a Porter, donde la semana de la moda de París es más que nada un marco en el que ubicar las múltiples historias que cuenta Robert Altman. Así y todo, tiene una de las mejores líneas de diálogo que resume bastante lo que implica trabajar en moda, cuando le preguntan a un diseñador interpretado por Stephen Rea, como ha triunfado, él contesta: “Aprovechándome de las inseguridades de los demás”.

pretapoCuriosamente las dos últimas películas sobre el mundo moda que más me interesaron funcionan como cara y cruz de la misma moneda, una en ficción y otra en documental. Me refiero a la que mencionaba al comienzo, The September Issue, y a El Diablo Viste de Prada.  En ambas películas se sigue el backstage de una prestigiosa revista de moda, Vogue en la realidad o Runway en la ficción, con una editora feroz y gélida, Anna Wintour o Miranda Priestly, capaz de hundir o elevar a la gloria a cualquier subordinado, diseñador famoso o fotógrafo estrella, con sólo levantar una ceja. Lo más interesante es que eso que me pareció gracioso en la ficción, simplemente me helaba la sangre en el documental.

el_diablo_viste_de_pradaAl final, no deja de ser la opinión totalmente subjetiva y arbitraria de una sola persona la que decide que es aceptable y que no. Y eso da mucho miedo. Me recordaba a como los emperadores romanos decidían si un condenado vivía o no simplemente con el poder del dedo pulgar.

El problema es que esa ceja, levantada o no, determina el futuro de mucha gente talentosa que se queda en el camino. Lamentablemente eso se da en todos los ámbitos de la creatividad, ya desde el colegio, el profesor frustrado de turno tiene poder de veto sobre las obras de sus alumnos. Y así seguimos a lo largo de la vida, en una cadena de seres que ocupan pequeños o grandes lugares de poder, sometiéndonos a los deseos caprichosos de la ceja o el pulgar de los emperadores de turno.

¿Dónde está ese mundo ligero y despreocupado que asociamos con la moda?

Definitivamente no en la realidad de la industria que mueve cantidades ingentes de recursos.

Hay un gran peligro en esa dictadura que se contradice y desorienta.

Como dice David Bowie en el tema (justamente) Fashion: Listen to me – don’t listen to me. Talk to me – don’t talk to me. Dance with me – don’t dance with me, no. (Escúchame – no me escuches. Háblame – no me hables. Baila conmigo – no bailes conmigo, no).

1242612707859_fPor eso, para no amargarme, me quedo toda la vida con mi película favorita sobre el mundo de la moda. Me refiero a la maravillosa Zoolander. Por favor, si queda alguien que no la haya visto que corra a conseguirla urgentemente. Allí sí que está todo, diseñadores egocéntricos, modelos idiotas que salvan el mundo, periodistas serios que critican a los modelos para luego sucumbir a sus encantos, famosetes, fashion shows, duelo de desfiles, manifestantes en contra de diseñadores, enanos, hits de Wham! En fin, no puede faltar en cualquier filmoteca que se precie.

Porque la moda puede ser despiadada, puede ser arbitraria, puede ser flor de un día.

Pero, por lo que más quieran, que nunca deje de ser divertida.

Inés González