No sé qué llevo peor este verano: no encontrar un nuevo biquini que me quede bien (con los años, la velocidad a la que tu culo se aleja de la cintura es directamente proporcional a la que tus tetas se acercan a ella), tener que hacer maletas (sabiendo que tendré que deshacerlas y volverlas a hacer un par de veces más) contar los días para irme, contar los días que me quedan para volver, el tono blanco azulado de mi piel, el fracaso al usar autobronceador (el primer día, guay; el segundo, churretes), la asistenta de vacaciones (no he echado tanto de menos ni a mi madre, lo juro), la sorpresa de que tengo que encargar los libros del cole ¿YA?, de experimentar lo que es el AMPA (sin «hache»), que Hacienda no sólo no me devuelve pasta, sino que tengo que pagar, que he engordado del invierno hasta aquí sospecho que unos 3 o 4 kgs (lo que complica aún más lo del biquini…)

Para mí, el verano es colores y olores. El olor de las cerezas, de la lechuga fresca, de los parques recién regados, cuando no tenía ya colegio y acompañaba a mi madre al mercado.

ANTONIA MAGAZINE.COM. NÚMERO 12. INCREÍBLE PERO CIERTO.
No voy a mentir. Antonia comenzó como una broma, como una forma de protesta a la estupidez bovina que constataba cada vez que abría una revista femenina. Aunque esto no me venía de nuevas, porque había trabajado en alguna que otra, y conocía de primera mano el criterio editorial de todas ellas. De todas, sin excepción, porque todas beben de las mismas fuentes, la publicidad.

Febrero. Entre la resaca de las fiestas y el pavor por mostrar la lorza blanca en primavera, que sí, que se la ve ahí, a la vuelta de la esquina.

«Digan que yo soy la mala de la película ‘mejon’ pa mí, porque de buena nunca saqué nada… Tremenda La Lupe. Tremenda la canción. Ella era toda una antonia…

Está más bueno que el pan. Con pan y vino se anda el camino. Bocado de mal pan, ni lo comas ni lo des a tu can. Es un pan bendito. Nuestro pan de cada día. Más largo que un día sin pan. Contigo pan y cebolla. A buen hambre no hay pan duro. Pan para hoy y hambre para mañana. Dame pan y dime tonto. Eso es pan comido. Negar el pan y la sal. Ni mesa sin pan, ni mocita sin galán. A falta de pan, buenas son tortas. Amigo que no da pan y cuchillo que no corta, aunque se pierdan no importa. Al pan pan y al vino vino. Dios le da pan al que no tiene dientes. Las penas con pan, son menos.

A veces, muchas veces, las tías estamos ciegas, y no nos damos cuenta de la realidad hasta que se nos cae encima.

Nos pasa constantemente, con la pareja, con los amigos, con los vecinos, con el portero del edificio, con los compañeros del curro.

Estoy firmemente convencida de que el día menos pensado me parten la cara. Bueno, hasta me lo habré buscado… un poco… Mamá siempre me ha dicho que calladita estoy más guapa.