Me llamo Earl

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Gracias al último estudio de la NASA (con la inestimable aportación económica de “Dedales de Colección”, ha salido a la luz un innovador estudio científico que confirma, no solo que los miércoles son los nuevos jueves, y que los  jueves pasan a ser el Día de la Ascensión y el Domingo de Ramos al mismo tiempo, sino también que las barbas son las nuevas gafas de pasta, y que los bigotes… ¡son las nuevas barbas!

Y puesto que el bigote lleva presente en nuestras vidas desde hace décadas, siendo el mas célebre en los años 60 el de Iñigo, en los 70 el de Fumanchú, en los 80 el de Freddy Mercury y en los 90 el de La Pantoja, no hay mas remedio que hacerse eco del mostacho que con mas fulgor ha brillado durante la primera década del siglo 21: el del bueno de Earl Hickey… ¡el bigote mas poblado del Condado de Candem!

Como supongo que ya sabréis, mis idolatradas Antonias, este número de septiembre esta dedicado por completo a los hombres (comúnmente denominados desde esta ínclita redacción Pepes); y siendo así… ¿quien mejor para ocupar esta infame sección de Series Televisivas que Jasón Lee en el personaje al que da vida en la celebérrima serie “Me llamo Earl”, que es todo un Pepe de los pies a la cabeza?

joy_mynameisearlAsí que, al mas puro estilo de Jack el Destripaterrones, y sin mas miramientos, pasemos a analizar esta jugosona serie y, como dijo Cristina Almeida justo antes de comerse un cochinillo entero de una atacada, vayamos por partes.

En “Me llamo Earl” (por si algún despistado aun no lo sabe), el eje central es el Karma; pero no Karma Chacón (que encontraría mejor ubicación en Mujeres Desesperadas), sino esa filosofía oriental que señala que si haces el bien, recibirás bien, y si haces el mal, acabarás como puta por rastrojo.

La serie trata de un joven de corazón negro (Earl Hickey) que tras una serie de catastróficas desdichas, ve la luz en el hospital, recapacita, y decide reformarse limpiando su hoja de servicios de todas las malas acciones realizadas en su vida (casi incontables), elaborando una lista con ellas y resarciendo a los damnificados de las bellaquías cometidas, para que el karma (ese ente tan caprichoso y sandunguero) se porte bien con él y pueda llegar a los 50, sin dientes, pero con la conciencia limpia y lleno de pureza y bondad.

Los personajes de “Me llamo Earl” están fenomenalmente bien perfilados, a grandes rasgos son un catálogo de palurdos sureños descerebrados que, bien ayudan, bien dinamitan los planes de Earl en cada capítulo mientras intenta tachar de su roñosa lista (la hoja de cuaderno donde las apunta acumula mas mierda que un delantal) las malas acciones acumuladas durante años.

Es reseñable Joy (la exmujer de Earl, que es terroríficamente mala, pero está francamente buena), Randy (su hermano pequeño, que tiene menos luces que el Paseo las Acacias), Catalina (la chica de la limpieza del Motel donde viven, que si se propusiera cascar almendras con el culo, las pulverizaría a la velocidad de la luz de lo duro y firme que lo tiene) y el Hombre Cangrejo (un hermano del ghetto con el pelo muy a lo afro, que siempre hace bonito se ponga donde se ponga).

117RandyEarlWaveLa serie esta fenomenal, humor sencillo y efectivo que, a menudo, tira del caca-culo-pedo-pis y del gag fácil, pero que, a veces, también nos alegra con chistes mas elaborados (los capítulos parodiando “Cops”, son de partirse el ojete en cuatro).

Por lo tanto, mi recomendación (aun no saliendo tías buenas en pelotas, ni mamoneo drogacional), es que no os debéis perder esta serie, porque total, para estar por ahí cascándoosla o metiéndoos cosas por vuestros múltiples orificios… ¿no será mejor que estéis viendo una serie con recao?

Por otro lado, se que mucha gente se preguntará… ¿Alguna vez veremos a Jason Lee hacer un papel que no sea el mismo de siempre? Pues seguramente no… ¡ni puta falta que nos hace!

Iván Casquete