Recortes

Creo que hoy en día nadie es indiferente ante la barbaridad que llaman “política” de la cual el gobierno actual es estandarte. Nuestro señor presidente, albacea de esa sociedad de ladrones que dirige nuestro país, nos ha bombardeado con sus famosos recortes, un pretexto más para que los crímenes económicos que cargan estos señores en sus espaldas repercutan directamente sobre los que más necesidad pasan: los ciudadanos. Mariano Barroso dirige a Alberto San Juan en Recortes, una crítica mordaz a los continuos atentados que sufre la Sanidad Pública; un grito de protesta que llega a la Cuarta Pared y que ha arrasado desde su estreno el pasado mes de marzo

Nuria Gallardo y Alberto San Juan personifican dos luchas por la dignidad, la de la madre que ve mermada la atención a su hija con parálisis cerebral y la del enfermo mental que sufre en primera persona la precariedad a la que el nuevo sistema nos somete. Recortes son dos historias que escupen realidad, una realidad tratada desde la más mordaz de las ironías, pues ironía es estar gobernados por millonarios que empobrecen más si cabe al que ya es pobre. Nuria y Alberto resuelven este canto a la revolución con un trabajo interpretativo sublime, cargado de la significación y la energía de aquellos que se identifican al cien por cien con lo que hacen.

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Y como su propio nombre indica, la dirección se hace eco de estos recortes con una puesta en escena sobria y cargada de simbolismo, donde el público se conforma como un personaje más pues es la propia gente la que es sujeto paciente de lo que se cuenta ahí fuera. Es muy gratificante poder aplaudir un texto con semejante coherencia y valentía, sin adornos ni astracanes.

Poco más se puede decir de semejante maravilla. Sobresaliente en todos los sentidos. Falta decir que a pesar de la satisfacción de haber disfrutado este trabajo tan bien logrado, en esta ocasión las lágrimas saltaron de rabia. Rabia por esta situación insostenible; rabia por unas fuerzas políticas que destrozan la cultura, la educación y la sanidad; rabia por un IVA que guillotina a las artes para que un puñado de ladrones engorden como abades en su abadía; rabia por una sociedad sumida en el ostracismo y sin dignidad que se limita a ver las noticias en el telediario mientras unos pocos pelean por sus derechos… Rabia porque entre todos podemos hacer un mundo mejor pero sólo lo construimos unos pocos


Zäpp Amezcua