No es nada fácil ser una musa.
Aparte de lo evidente, como ser bella (véase por fuera o por dentro, o ambas cosas), o inteligente, o grácil, para mí una musa es esa persona que incita a los demás a hacer cosas.
Una madre es la mayor de las musas, por encima de todas las demás; la amiga que te anima a marcharte de tu ciudad, en contra de la opinión del resto de tu círculo, porque allí no puedes hacer lo que realmente quieres; la persona a la que no conoces más que de manera virtual, a través de una red social, pero que se preocupa cuando ve que estás mal, se interesa, te anima, te ofrece soluciones o simplemente apoyo… Eso inspira, eso es ser una musa.
Las musas no lo tenemos fácil, no. Demasiado a menudo se confunde a una musa con una trendsetter, un personaje trend topic o alguna tontá de esas.
Una musa no debe ser un modelo estético a seguir. A eso le llamo ser un copycat, fan o groupie. Una musa debe ser la inspiración para ser tú misma o tú mismo.
Por eso me gusta caminar sola por la calle, observando. Por eso me gusta bucear por la red, leyendo. Por eso me gusta contactar con gente especial, entrevistarles, a veces captarles para hacer algo dentro de la revista. Es mi manera de encontrar a quien me inspira, ser más mecenas que musa, en cierto modo.
Por eso NO ME GUSTA que me inviten a presentaciones súper exclusivas, de eventos mega-secretos (que al final conoce todo dios), en lugares vedados para el resto de los seres humanos (a tenor del miedo que tienen a que la gente «normal» se entere de dónde son). Esos lugares están llenos de LOS MISMOS, personajes que estamos ahítos de ver en todas partes. Trillados, machacados, aburridos, insulsos… la nada. La nada, porque nada tienen que aportar, ya que son un constante loop de sí mismos. Aburridos hasta el hastío.
Si no tengo más remedio que acudir (más por educación que por compromiso real), suelo huir enseguida, del brazo de algún amigo que, como yo, se sienta como pulpo en un garaje. Me producen MUCHA vergüenza ajena estos «eventillos». Me superan. Prefiero tomarme un pincho y una caña en El Palentino, o un café con alguien agradable e inteligente.
Esas personas que tengo la oportunidad de conocer, ya sea a través de la red o en persona, son para mí mis musas, son las que me empujan a seguir haciendo ANTONIA. Personas ajenas a toda esta especie de red secreta de personajillos que aparecen en todas las fiestas, fotos, eventos, saraos, editoriales, reportajes… cuya fama es tan frágil como los pilares donde se apoya su personalidad: si no hay nada que lo sostenga detrás, la fachada se cae.
En la portada de este mes aparecemos algunos de los que hacemos la revista. Es difícil coordinar a tanta gente. Algunos viven a kilómetros de distancia (La Coruña o Barcelona o Bilbao o Sevilla…), y hubiera sido imposible. No somos el Vogue ni tenemos la infraestructura que Annie Leibovitz utiliza para sus composiciones corales. Pero, bueno, nos hemos apañado bastante bien, a tenor de los resultados.
Donde no hay pasta hay talento. Como el de Mikemadrid, con un enorme talento a pesar de su juventud. Sorprende su dominio para dirigir una sesión y colocar a los personajes en el set. Es fácil dejarle manejar las riendas. Un grata sorpresa.
No es fácil que una sesión de fotos salga tan rodada, sin fitting previo y en un par de horas. Tan bien nos salió, que La Trece Catorce quiere realizar una producción propia de Antonia todos los meses… Ya se verá. Es lo que siempre queremos hacer, pero no siempre es posible. El buen ambiente que había sólo es posible con la colaboración de todos los implicados, desde los modelos, hasta la propietaria del espacio (Fátima de Whenderepente), los ayudantes, el cámara… Incluso mi hijo (que rondaba por allí también) se portó como un campeón y nos dejó trabajar. Una maravilla. Ojalá que todas nos salgan igual de bien, antonias.
Este es un número especial navidad, dedicado a las musas, que somos nosotras (y nosotros, todos los que hacemos la revista), y a vosotras, que sois las que nos inspiráis. Os contamos cómo somos, para que veáis que no somos en absoluto diferentes.
También tenemos un apartado dedicado a los auténticos regalos de navidad, con detalles realmente bonitos e interesantes para regalar. Está muy bien comprar en una gran superficie, pero eso es lo que tiene todo el mundo, así que regala cosas que de verdad importen, antonia.
Damos la bienvenida a nuevas incorporaciones en Antonia. La primera de ellas, Zapp Amezcua, que aparte de contarnos sus cositas, se encargará de la sección de teatro y espectáculos. Estamos deseando leer la crónica de Alberto Rey, ese genio, que nos ha contado sus impresiones tras visitar la famosa tienda de los tíos musculitos sin camiseta, Abercrombie&Fitch.
Presentamos en EXCLUSIVA para las lectoras de Antonia Magazine la novela por entregas «SOY LO PEOR», con la novedad de que en cada capítulo os dejaremos escoger cómo os apetece que siga la historia. ¡ESTO SÍ QUE ES INTERACTIVIDAD, ANTONIAS!
Y una nueva sección, para esos que se pasan el día pegaditos a una pantalla: VIDEOJUEGOS. Ya tardaba ¿no?
Os dejo para que disfrutéis de este ESPECIAL MUSAS de ANTONIA MAGAZINE. No os atragantéis, no os pongáis gochas, no os chucéis en la fiesta de empresa… todo con mesura, antonias, com mucha mesura.
Vuestra rendida admiradora,
Mabi Barbas, la Jefa